Una ONG rosarina acompaña a quienes quieran acercarse al cannabis medicinal
Ante la falta de trazabilidad, desde la organización rosarina trabajan en controles de calidad de los productos. Además conformaron un registro abierto de productores para dar un "marco de seriedad y consumo responsable"
La ONG Centro de Estudios Interdisciplinarios para la Salud (CEIS) nació desde el dolor para acompañar a quienes desean acercarse al cannabis medicinal. Mariano Malvar, uno de sus fundadores, decidió volcarse a este mundo luego que su madre atravesara un cáncer que terminó con su vida.
El Centro de Estudios Interdisciplinarios para la Salud busca asesorar y acompañar a las personas que deciden iniciar un tratamiento complementario con medicinas derivadas de la planta de cannabis. Además promueve la investigación médica y científica del uso terapéutico y paliativo del dolor a través de la planta de cannabis y coordina actividades educativas y formativas dirigidas a la población en general, profesionales y empresas, para impulsar las capacidades individuales e institucionales y combatir la desinformación.
Malvar hizo un repaso de la historia en contacto con el programa Punto y aparte de Sí 98.9 donde relató que la medicina cannabica se practica desde la antigüedad, pero que una prohibición de parte de Estados Unidos generó una muy mala prensa para este producto y llevó a que otros países sigan esa tónica prohibicionista.
Sin embargo, sostuvo, el mundo científico y las investigaciones avaladas por entidades de prestigio comenzaron hace menos de dos décadas y hoy conforman un sinnúmero de estudios al respecto.
En el caso de Malvar fue su vida persona que lo llevó a comprometerse con la causa. La falta de información ante la inminente enfermedad de su madre cultivó a que su curiosidad diera lugar a establecer vínculos con especialistas, entendiendo que muchas veces se tiene acceso a determinados aceites pero sin saber si es el correcto para la necesidad terapéutica de esa persona.
Tras una prueba de laboratorio, la conclusión sobre uno de los aceites que había adquirido reflejó que se trataba de un placebo, situación muy común hoy al no tener reglas claras sobre los productos que suelen circular y que son adquiridos, por ejemplo a través de anuncios en redes sociales o páginas de internet.
En ese sentido el entusiasta joven calificó a la desinformación como un elemento que no colabora a la hora de intentar comenzar un tratamiento de cannabis medicinal. “Muchas veces se accede a un aceite y no se sabe cómo tomarlo y como no les dio resultado no lo vuelven a recomendar”, acotó.
Vale decir que una de las finalidades de la ONG que es miembro Malvar es “dar trazabilidad a los productos, sometiéndolos a análisis de control de calidad”, mediante el laboratorio de la Facultad de bioquímica de la UNR de manera gratuita.
Además ofician de intermediarios entre los usuarios que quieren incorporar el cannabis medicinal a su tratamiento y los especialistas y los productores. El proceso comienza a partir del acercamiento de una persona a la ONG que se encuentra inscripta en la OMS, estos generan un formulario por el cual llegan a los médicos, los profesionales de la salud estudian cada caso en particular y recomiendan un tipo de aceite.
“Una vez que empieza el proceso nuestro grupo de voluntarios se comunica con ellos casi semanalmente para conocer su evolución y envían la información a los médicos por si se debe ajustar las dosis. Además, acompañamos con el grupo de salud mental”, comentó el referente.
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