Volvieron las quemas en las islas: bajante, sequía y falta de controles
Este domingo por la noche, el fuerte olor a humo invadió la ciudad de Rosario por nuevos incendios en las islas. Según la agrupación ecologista El Paraná No Se Toca, esto se debe a una combinación de “bajante, sequía y falta de controles” potencian las condiciones para que se originen incendios.
Según los datos relevados por la entidad ambientalista, los “incendios intencionales” en las islas entrerrianas frente a la ciudad, ya afectaron una superficie que alcanza los “23 kilómetros cuadrados” de pastizales en los últimos 30 días.
La problemática de los incendios en las islas es un tema recurrente, denunciado reiteradas veces. Las quemas en las islas “no tienen autorización y por lo general la realizan empresarios ganaderos para renovar las pasturas, costumbre que no es compatible con los humedales”, remarcó la organización.
En marzo último, los ecologistas presentaron una denuncia ( Nro 13998), acompañada con imágenes satelitales de la NASA, en la Fiscalía Penal de la ciudad entrerriana de Victoria.
En la demanda, pidieron que se investigue a los responsables de los repetidos incendios en las islas del Delta medio, frente a Rosario.
La asesora legal del grupo ecologista, Romina Araguas, indicó que “en los últimos 30 días, en pleno desarrollo de la pandemia y cuando no se podían realizar actividades, se quemaron 23 kilómetros cuadrados de pastizales en las islas”.
“Para tener una idea de la magnitud de esa superficie, hay que pensar que el parque Independencia de Rosario, tiene 1,5 kilómetros cuadrados”, dijo por su parte el integrante de El Paraná No se Toca, Pablo Cantador.
“Ese sector se encuentra en línea recta y a 40 kilómetros del Monumento Nacional a la Bandera, en lo profundo del humedal, lejos para que la gente no lo advierta, pero el olor a humo tarde o temprano llega a Rosario, según sople el viento”, agregó Cantador.
Según ecologistas, entre el 4 y el 10 de mayo último se detectaron 68 focos de incendios al sur de la ruta que une Rosario y Victoria, dentro de la Reserva de Usos Múltiples de esa ciudad entrerriana, y en el delta bonaerense a la altura de las localidades de Zárate y Campana.