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Mientras España, Italia y casi todo occidente siguen luchando contra el coronavirus, China ya empezó a prepararse para volver poco a poco a la normalidad. Y eso incluye reabrir las salas de cine, cerradas desde principios de enero.

El primer cine que se animó a invitar a sus clientes nuevamente, es el Zhongying Golden Palm Cinema, ubicado en la ciudad de Urumchi, capital de la inmensa región de Sinkiang al noroeste del país. Según cuenta Variety, el cine llevaba cerrado desde el pasado 26 de enero, decidió volver a la rutina el lunes pasado.

“No podemos permanecer cerrados para siempre”, declararon mientras aseguraban medidas de desinfección en las instalaciones antes y después de cada proyección, y luego de que las autoridades del gobierno local no detectara ningún nuevo caso positivo durante 27 días consecutivos. 

Sin embargo la primer función después de mucho tiempo estuvo lejos de ser una gala de reapertura: más allá de que el público estaba obligado a llevar barbijos durante la proyección antes de la cual se tomarían sus temperaturas, ni un solo espectador fue al cine.

La programación se componía de varias películas patrióticas y de animación infantil, cuyas sesiones eran gratuitas para padres con hijos. Sin embargo no fue suficiente para darle el ánimo suficiente a la gente para acercarse a las instalaciones.

“Queremos tomárnoslo con calma”, aseguran los dueños del Golden Palm. “Si la gente reacciona bien, iremos reabriendo poco a poco [otro puñado de multisalas en la ciudad de Urumchi también tienen previsto reabrir estos días], pero si la respuesta es mala permaneceremos cerrados”.