Desandar estereotipos de género: un ciclo de charlas busca reflexionar sobre "lo dado"
En el marco del ciclo de charlas Potencia Cultural, que busca abordar estereotipos de género como temática clave para la transformación cultural, mañana a las 19 tendrá lugar un conversatorio para reflexionar sobre la influencia de la moda en la vida de las mujeres y diversidades y la forma en que imponen y condicionan las corporalidades, la autonomía y hasta la dependencia de ciertas prendas en la cotidianidad.
Participarán de la charla Laura Zambrini, investigadora Museo de la historia del Traje; Brenda Mato, activista de diversidad corporal; y Lucía Levy, periodista y fundadora de la revista de moda feminista La Curva de la Moda, con la moderación al socióloga Gisela Laboureau y Larisa Zmud, de la Dirección Nacional de Políticas Culturales para la Igualdad de Géneros del ministerio.
El ciclo, que se emite los jueves a las 19 a través del YouTube del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, propone como temática central la consigna "estereotipos, representaciones y publicidad" y para ello se convocan a personas del campo del arte, la investigación, las ciencias sociales, la militancia y la política con la intención de debatir y reflexionar las implicancias de la forma en la que se naturalizan roles, prácticas y sentidos.
Potencia Cultural continuará el jueves 22 con un panel para pensar cómo la publicidad construye sentidos comunes porque, como señala a Télam Diana Broggi, subsecretaria de Formación, Investigación y Políticas Culturales para la Igualdad, la publicidad "muchas veces reproduce estereotipos que generan violencia simbólica, por ejemplo, al reproducir cánones ´ideales´ de ´belleza´ que responden a un tipo de corporalidad femenina".
¿Por qué es importante revisar los estereotipos de géneros? ¿De qué modo esos supuestos tienen que leerse en clave cultural? Para Broggi el problema está en que "se entienden como algo dado, determinado naturalmente y en base a eso se construye una serie de mandatos de cómo debemos ser".
Justamente por esa forma naturalizada en la que se impregna el sentido común es necesario "aprender a identificarlos y aprender que son parte de nuestras formas de construir representaciones sobre cómo somos o qué podemos y qué no hacer, en base a los roles que se nos asignan. Es importante verlos para desnaturalizarlos, revisarlos e ir avanzando para poder abandonarlos".
En opinión de la funcionaria "en todas sus medidas los estereotipos marcan mandatos y el ´deber ser´ según un esquema binario por ejemplo de ser personas: varón o mujer. En ese plano ya se reproducen discriminaciones y configuran violencias en la que salir de lo que plantea el estereotipo como lo esperado es tomado como algo ´fuera de lo normal´ y eso se castiga".
Y agregó: "El estereotipo reproduce la desigualdad, entonces en ese sentido produce y reproduce violencias. Para acceder a un trabajo por ejemplo, si nos guiamos por los estereotipos planteados, vamos a ver la desigualdad en cuanto a las posibilidades que tiene un varón, respecto de mujeres y LGBTIQ+".
Por ese motivo, el estereotipo está estrechamente ligado a a la violencia simbólica. Tal como indica la Ley 26.485 de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, la violencia simbólica -cita Broggi- es la violencia "que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad."