Mónica Puig: una medalla de oro con apoyo rosarino
La tenista puertorriqueña, Mónica Puig, número 32 del ranking de la WTA se quedó con la medalla de oro de tenis en singles en los Juegos de Rio de Janeiro 2016 tras derrotar en un duro cotejo a la alemana, Angelique Kerker, la número dos del mundo, por 6-4, 4-6 y 6-1.
Puig hizo historia por haber conquistado la primera presea dorada para su país y la segunda del deporte de la raqueta en Latinoamérica, después de la de plata de Gabriela Sabatini, en Seul 1988.
Apenas terminado el duelo final, la medallista olímpica, agradeció a su cuerpo técnico, cuya pieza clave fue su preparador físico, Claudio Galasso, un rosarino de 54 años que desde hace un año apostó y creyó en el talento de la jugadora.
Galasso es un profesional ampliamente reconocido en el mundo del tenis internacional. En su vasta trayectoria se destaca haber trabajado con Alberto Mancini (8°), para después formar parte del cuerpo técnico del equipo de la Copa Davis, en plena época de la “Legión Argentina” por cuatro temporadas y con David Nalbandian (3°) por un período de ocho años.
Su primera incursión en el tenis femenino fue con la estadounidense Varvara Lepchenko (36°) para luego, siguiendo su natural olfato, confirmar su vinculo con Puig.
“Cuando se habla de competencia, en el momento de entrar a la cancha, me parece importante destacar tres palabras que siempre mencionó Jimmy Connors: en el tenis se compite con corazón, cabeza y piernas”, dijo Galasso para rosarioplus.com desde Brasil y agregó: “yo creo en ese orden. Por eso, con el corazón es querer ganarlo, creérsela, soñarlo, para luego ir a buscarlo con convicción. Hablar de cabeza es tener un plan, es decir voy a jugar de esta manera y si no sale hacerlo de otra y si sigue sin funcionar, no frustrase y seguir buscando la forma de ganarlo. Y en tercer lugar y no menos importante piernas, que significa estar preparado para el momento en que hay que actuar”.
Para el rosarino una dosis de azar también es importante. “A mí me gusta de decir que para estas cosas siempre hay que tener un poquito de suerte, entendiéndola como aquello que aparece cuando tu preparación coincide con la oportunidad y creo que fue lo que pasó en este momento. Mónica estaba preparada para esta oportunidad, sobre todo físicamente para la competición y así fue como se pudieron dar los resultados”, concluyó Galasso.