Boca se llevó de Paraguay un triunfo muy trabajoso y bien copero por 2-1 sobre la hora frente a Sportivo Trinidense luego de ir perdiendo. Sobre el final, las pulsaciones empujaron al entrenador local José Arrúa al campo de juego, donde se peleó con todo lo que se le cruzó y terminó expulsado por el árbitro Cristian Garay.

Apenas sonó el pitazo final, el técnico se zambulló en la cancha y, por lo que pudo apreciarse, uno de sus principales reclamos derivaba de la infracción de Luis de la Cruz sobre Miguel Merentiel que derivó en el exquisito tiro libre de Edinson Cavani que definió el partido en el descuento. Es que, al verlo desencajado, Cavani tomó el rostro de su compatriota que justo se encontraba a su lado para mostrarle al DT la marca que le había dejado el brazo de su rival. Ello pareció enfurecer aún más a Arrúa, que le metió un empujón a Merentiel y desató el tumulto.

Como era de esperar, todos los jugadores xeneizes se le fueron al humo mientras, entre medio, el juez le levantaba la tarjeta roja. Arrúa no se amedrentó y continuó discutiendo con los árbitros. Noche caliente en La Nueva Olla, de donde Boca logró salir airoso no sin sufrimiento.

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