Aguirre frotó la lámpara y salvó a Newell's en la última con un golazo
El juvenil la rompió, fue lo mejor del equipo de Heinze, y tuvo premio en el final para darle la victoria a los suyos.
Newell's ganó un partido agónico ante Audax en Chile con un golazo de Brian Aguirre. Y más allá de haber mostrado más dudas que certezas, llega al clásico sin jugar bien, pero con tres puntos en el bolsillo internacional.
El arranque del encuentro fue de ida y vuelta, y aunque los arqueros no tuvieron demasiado trabajo, sí se sintió algo de peligro en las áreas. Más de contra que con buen juego, ambos se metieron en zona de desequilibrio pero sin ser efectivos en la última decisión.
Poco a poco, el partido se fue estancando en el mediocampo, y Newell's empezó a hacerse dueño de la posesión, aunque dejó de generar situaciones para romper el empate.
La más clara de los primeros 45 minutos la tuvo el equipo local, con un remate furioso en el palo, cuando a Hoyos se le hacía muy complicado llegar. La defensa leprosa tuvo demasiados problemas ante un equipo que tampoco era muy dinámico en ataque.
A diferencia de la primera mitad, donde los de Heinze tuvieron sus chances en el arranque y la posesión posteriormente, entraron a la segunda sin tantas certezas y sufrieron demás.
El conjunto chileno, con muy poco, hizo renegar a la defensa formada por Ditta y Mansilla, aunque Hoyos no tuvo mucho trabajo.
Tanto en la primera etapa como en la segunda, Newell's dependió exclusivamente de Brian Aguirre, que cada vez que la agarraba encaraba y generaba un tremendo desconcierto en el equipo chileno. El juvenil mostró esa picardía y talento generando las únicas aproximaciones de los rosarinos.
El rojinegro, que no llegaba, pudo abrir el marcador mediante un cabezazo de Ditta a un metro del arquero, pero el disparo le salió al medio y la respuesta de Ahumada fue espectacular.
Cuando todo parecía acabar en empate en Chile, Aguirre tuvo su premio: recibió en el área, se sacó a un defensor de encima y la pegó junto al palo para la locura del hincha en la tribuna, y para el festejo con bronca de Gabriel Heinze en el banco.
Más allá de que el nivel de juego fue muy flojo, la victoria le sirve al equipo para llegar con otra cara al próximo domingo, donde enfrentará a Central en el Coloso Marcelo Bielsa, por una nueva edición del clásico rosarino.