Central empató con Colón y se quedó con sabor a poco
El Canalla lo perdía, lo dio vuelta, y luego se lo empataron. El equipo jugó bien, pero los cambios no funcionaron.
Rosario Central empató ante Colón por 2 a 2 en un encuentro que mereció ganar, pero donde pagó caro dos descuidos. Los goles del canalla los marcaron Emmanuel Ojeda y de Luciano Ferreyra.
El Canalla comenzó el partido cuesta abajo, después de que a los ocho minutos, el arquero cometa un grave error con el que la visita comenzó ganando. Servio quiso sacar largo con el pie después de descolgar un centro, pero Pierotti puso la pierna, la pelota le rebotó, e ingresó en el arco.
Los de Somoza reaccionaron muy bien ante la rotura del empate, y comenzó a dominar el encuentro mediante posesión y una presión muy alta y constante. Sin embargo, durante la mayoría del primer tiempo, el Canalla no estuvo fino en los últimos metros y a pesar de generar ocasiones, no llegó fácil al empate.
Un cabezazo que rozó el palo de Komar, y un busca pie que caminó la línea del arco, fueron las más claras del conjunto de Arroyito.
Pero a los 44, cuando se cerraba la primera mitad, Ojeda tomó un rebote de un córner y la colgó para empatar y hacer explotar a su gente.
Central salió con la misma cara en el segundo tiempo, y siguió siendo claro dominador.
El Canalla lo pasó a ganar luego de un gol del juvenil Alejo Velíz, pero el tanto fue anulado luego de ser revisado por el VAR, ya que había empujado la pelota con la mano.
Unos minutos después de esa, el delantero peleó una pelota, lo dejó a Pupi Ferreyra solo con el arquero, y el extremo definió bárbaro cruzado para poner el 2 a 1.
Después de ponerse en ventaja, Leandro Somoza sacó a los partícipes del gol, y el Canalla comenzó a bajar su nivel. El cansancio también se notó.
Los rosarinos merecían estar arriba en el marcador, pero le costó mantener el resultado, y minutos después, marcó mal en una contra y Wanchope Ávila aprovechó para poner las tablas.
Poco pasó después del empate, y los de Somoza se quedan con un punto con sabor a poco, ya que merecieron ganar, y recibieron dos goles por errores propios.