Cerca de las seis de la tarde de este domingo, cientos de hinchas de Rosario Central se concentraron en inmediaciones del Parque Alem para alentar a su equipo antes del clásico rosarino.

Pese al pedido de las autoridades, y de los mismos jugadores canallas, grupos de familias y amigos se hicieron presentes sin respetar ningún tipo de protocolo. El gobierno de Perotti consiguió que el partido se disputara en horario nocturno, con el objetivo de evitar las aglomeraciones de hinchas antes, durante y después del encuentro. Sin embargo, el operativo de seguridad previsto para evitar aglomeraciones no fue suficiente.

Por otra parte, este jueves fueron demorados alrededor de cien hinchas leprosos en un intento de banderazo que fue frustrado por la policía. Los fanáticos rojinegros que resultaron aprehendidos se movilizaban en tres camiones y seis vehículos particulares. 

Central y Newell's juegan este domingo por la noche su clásico, de los más importantes del país, en el Gigante de Arroyito, en medio de varios operativos de seguridad de la policía, todo en el marco de una ciudad que este viernes fue declarada "zona de alto riesgo epidemiológico".

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