Los hinchas de Central pasaron un mal momento horas antes del comienzo de la final de la Copa de la Liga frente a Platense, cuando intentaban ingresar al estadio Madre de Ciudades, de Santiago del Estero. Hubo represión policial y varios lastimados. 

Los incidentes más graves se dieron en uno de los últimos controles, ubicado a unos 500 metros del estadio, debido a una mala organización que derivó en amontonamientos y empujones. 

Buena parte de la parcialidad canalla empezó a amontonarse cerca de un control policial, que contaba con la presencia de efectivos y un muro de vallas contenedoras.

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En la zona se armó un cuello de botella ya que la policía dejaba pasar de a uno a los hinchas y las demoras generaron una concentración de gente en pocos metros cuadrados.

A esto se sumó que en el momento de mayor tensión entre hinchas y policía llegó la barra brava con bombos y un telón gigante. 

Durante varios minutos hubo palazos y avalanchas, hasta que terminaron liberando la zona y la gente volvió a circular con normalidad hasta llegar al ingreso.