Problemas de fondo y un pobre rendimiento colectivo
Fue una tarde difícil para Rosario Central. Nada salió según lo esperado y los rendimientos individuales estuvieron por debajo de lo habitual. Las dudas en la última línea fueron una constante y eso se reflejó en el resultado.
Sebastián Sosa: Los primeros dos tiros al arco fueron goles. Mal con los pies y se hizo amonestar.
Víctor Salazar: Lanzó un buen centro de gol a Herrera. Pero en defensa la pasó mal con Godoy.
Dylan Gissi: Flojito. Muchas dudas, muchos yerros. No se lo vio bien en lo físico.
Marco Torsiglieri: Se durmió en un cierre y regaló el córner que derivó en el primer gol.
Cristian Villagra: El más firme de la defensa. Disminuido en lo físico.
Walter Montoya: Arrancó bien. Pero cometió una falta innecesaria de la que vino el segundo gol.
Mauricio Martínez: Con problemas en la recuperación, muy solo para esa tarea. Mal con la pelota.
Washington Camacho: Buen primer tiempo, casi anota un gol olímpico. Luego se hizo expulsar.
Gio Lo Celso: A cuenta gotas. Por momentos dejó la sensación de que no tenía ganas de jugar.
Germán Herrera: Un cabezazo suyo hizo lucir a Fernández. El que mostró más vergüenza.
Marco Ruben: Le quedó una y se la sacó Nereo. Tuvo que salir por una molestia física.
Ingresaron luego
Rodrigo Migone: Poca participación. Tampoco lo ayudó el contexto.
Hernán Menosse: Perdió la marca de Sánchez en el segundo gol.
Gustavo Colman: Aportó ganas y entusiasmo, solo eso.
El DT
Coudet trató de darle rodaje a la mayoría de los que jugarán la final de la Copa con River. Pero el equipo estuvo en otra, en especial durante el complemento.
En la adversidad, Central no tuvo reacción, y entregó una de las producciones más flojas de este ciclo.
El árbitro
Pompei cumplió. En la juagada más controversial, acertó al expulsar a Camacho por exceso verbal. Dirigió desde lejos, como siempre.