A pesar de sus más de 20 años de carrera, Perro Suizo no pierde la motivación y la efervescencia de sus primeros días. Y prueba de esa vigencia es la salida de Muy Picante, su nuevo disco, y la seguidilla de presentaciones en varios lugares del país para disfrutarlo junto a su público, que ya proviene de los cuatro puntos cardinales de la Argentina.

El Complejo Blue Velvet, Av Carlos Colombres 1756,  será escenario este viernes 14 de febrero, de la presentación del disco en Rosario, en el marco del festival Rock & Blue. Se presentarán junto a bandas muy convocantes del calibre de Viejas Locas, Farolitos y Los Vándalos. Un verdadero banquete de rocanrol.

El río Paraná de fondo será un marco inmejorable para que la banda despliegue su sonido de rock and roll, swing, blues y rythm and blues característico, interpretando sus clásicos de siempre mixturándolos con los temas nuevos. 

Las entradas se pueden conseguir de manera online y por el momento tienen un precio promocional de 9 mil pesos.

Matias Belmonte, voz líder, cuenta que ofrece de nuevo este flamante trabajo discográfico, que se involucra como grito de actualidad: “la particularidad que tiene es la lírica comprometida con la realidad argentina que nos atraviesa”.

“En cuanto al sonido, conserva la esencia característica pero maximiza la calidad por la fidelidad de su grabación: “dos canciones fueron grabadas en el estudio Romaphonic (emblema de la música argentina, donde grabaron desde Piazzolla hasta Ricky Martin y Andrés Calamaro) y los otros 5 en Penny Lane y con el ingeniero Carlos Altolaguirre, ganador de una grammy con un tema Fito Paez”, cuenta “Mati”.

Perro Suizo viene de presentarse en Makena, uno de los templos del indie y el rock de Capital Federal. Allí, más de 400 personas vivaron y cantaron los temas de  Muy Picante, el sexto disco de estudio de la agrupación. Sí, el grupo musical que nació amistad mediante en los monoblocks de Pellegrini e Iriondo, hizo vibrar el mismo escenario que supieron pisar Charly García, Fito Páez, Skay Beilinson y  tantas otras estrellas. Y fueron torazos en rodeo ajeno, presentándose en soledad (sin compartir escenario con bandas locales que aporten público, una de las estrategias más usuales) y ante un lleno total.

Como punto consagratorio de este gran momento, serán parte a su manera del Cosquín Rock, tocando en la Calle Vieja, un clásico paraje en las inmediaciones del tradicional festival.

Pero esa será otra historia, porque primero vendrá el gran desafío de ser profetas en su tierra, en Blue, dónde empezó el sueño, en nuestra querida ciudad.