Rosarinos crearon un juego de cartas para conocer flora y fauna del humedal
La crisis hídrica que produjo la bajante del río y las sucesivas quemas de pastizales que literalmente dejan sin respiro a la ciudad generaron una conciencia ambiental en la ciudadanía en el último tiempo, y eso lo pudieron ver los creadores del juego de cartas "Expedición Humedales" que fue lanzado hace sólo algunas semanas y tuvo una recepción muy buena.
Ahora que es generalizado el entendimiento de que existe un ecosistema que peligra, donde viven animales y plantas, se despertó el interés por conocer sus características, y su situación actual, si peligra o no cada especie, y cómo reconocerla. Franco Toffoli es uno de los cuatro rosarinos creadores de este juego de mesa, y en diálogo con Rosarioplus.com, aseguró que “es un juego sencillo con el que se va aprendiendo sobre la flora y fauna que habitan los humedales y sobre su estado de conservación, porque cada carta se detalla si se encuentra en peligro o fuera de peligro esa especie”.
Fueron rápidas las repercusiones a las pocas semanas de su lanzamiento con el Día del Niño. “Nos llegan fotos de familias que juegan, niños que se pusieron a investigar sobre especies en peligro de extinción, una maestra que lo estaba usando en el aula porque decía que no puede ser que sepan lo que es una jirafa y no lo que es un coipo”.
Los creadores son cuatro rosarinos unidos por el hobbie de los juegos de mesa, y ya vienen creando varios, bajo el estudio de diseño de juegos Tekun que significa sembrar en Mapuche. Al equipo de ideólogos se suma una diseñadora gráfica que “se encargó de la parte estética que quedó muy linda, y un ilustrador hizo los dibujos de las especies”.
El juego de cartas sobre los humedales del Litoral argentino es un juego para toda la familia, y tiene cuatro formas distintas de jugar. Se puede jugar desde los seis años de edad, entre 2 y 5 jugadores. "Cada partida es breve, de 10 minutos aproximados, y es un mazo pequeño de cartas, portable que se puede llevar a cualquier lado, esa es la esencia del juego, ir a la playa, al parque en el aula”, aseguró Tóffoli. El juego se consigue principalmente desde la cuenta del juego en Instagram así como en varias tiendas de juegos y librerías de la ciudad.
Una idea nacida en las islas
Franco relató cómo surgió la idea de este juego de cartas tan particular, que en vez de números o reyes tiene animales y plantas: “Una vez hace tres años fuimos con tres amigos remando en kayak a la zona del Paraná Viejo, donde solemos ir muchas veces. Fuimos a pasar el día, a comer, y llevamos un juego de cartas. Y cuando uno de los chicos nos enseñó un juego con la baraja española, se nos ocurrió hacer algo parecido con un juego de humedales. El que nos lo enseñó no es creador de juegos, así que nos carga con que él dio la idea con su juego anterior. Nos dice ‘gracias a mí que lo hicieron’, y nos reímos siempre”.
Aseguró que el momento en que fue pensado fue muy oportuno, ya que “si bien hace bastante lo veníamos trabajando, justo el año pasado se dieron los incendios en las islas que generaron el reclamo por la Ley de humedales y por la Ley de Educación Ambiental. Creo que fueron todas cuestiones alrededor de este tema que hace que la gente esté muy interesada de conocer un poco más, y el juego viene a valorizar todo el ecosistema que tenemos, apunta a tomar conciencia de la flora y fauna que tenemos alrededor, y que sea de una forma divertida y en familia o entre amigos”.
“En esa época cuando empezamos a cranearlo, ya se hablaba del tema de quienes van a la isla cuiden el ecosistema con sus residuos, del tema de la ganadería que son temas de muchos años, la conexión con Victoria, la diferencia es que antes eran temas que conocía un grupo muy reducido de gente”, recordó.
Entonces pensaron la mecánica del juego, “a ver cómo podía funcionar, porque buscábamos que sea sencillo de jugar, educativo y a la vez divertido, y no es fácil de conseguir todas esas características”.
Se tomaron su tiempo pensando, y recordó que “durante la quema de pastizales de forma generalizada en 2020 nos significó reafirmar este proyecto. Para nosotros crear juegos es un hobbie, y ahí entendimos con esta nueva realidad que había que avanzar con la idea de educar sobre el ecosistema, porque el panorama con los animales quemados fue una cosa horrible, y dijimos esto hay que hacerlo”.
Pensaron entonces la manera de producirlo, la inversión, la forma de comercializarlo, y se fueron dando de a poco y después más aceleradamente las que él llamó como “un montón de señales que indicaban que íbamos por buen camino. La más significativa fue que el Concejo lo declare de interés municipal, es un aval muy importante que nos dice ‘esto hay que difundirlo y hay que jugarlo’”.