Disney despide a miles de empleados y sigue registrando pérdidas en el “streaming”
El gigante del entretenimiento The Walt Disney Company anunció un recorte global de siete mil empleados, el equivalente a 3,6% de su planta, con el objetivo de mejorar sus márgenes de ganancias, afectadas en un mercado del “streaming” que aún no brinda beneficios a los diferentes jugadores del mercado.
Los recortes fueron anunciados por el CEO de la empresa, Bob Iger, quién señaló que la reestructuración permitirá una reducción de US$ 5.500 millones en costos.
Iger, CEO de la empresa entre 2005 y 2020 que se reincorporó en noviembre pasado al puesto luego de que la junta de accionistas despidiera a su sucesor Bob Chapek, también detalló que la empresa se reorganizará en tres divisiones: una unidad de entretenimiento con los negocios de cine, streaming y televisión; otra que comprenderá las señales deportivas ESPN, y una subsidiaria que incluirá a los parques temáticos, tiendas oficiales y cruceros.
Pese a que las ganancias de Disney subieron 7,8% a US$ 23,5 mil millones en el último trimestre de 2022 y superaron las expectativas del mercado dando ganancias de 99 centavos por acción en lugar de los 74 esperados, los servicios de streaming –donde apunta el futuro de la firma- siguen reportando pérdidas.
En 2022, el rojo de los mismos se duplicó respecto de 2021 totalizando US$ 1.050 millones, según indicaron las agencias Bloomberg y DPA, y la expectativa es que recién den ganancias en el año fiscal 2024.
Además de los costos, sus plataformas tuvieron una caída de suscriptores: en los últimos tres meses de 2022 Disney+ perdió 2,4 millones de suscriptores en todo el mundo, la primera contracción desde el inicio del servicio en 2020, registrando un total de 161,8 millones.
Además de Disney+, Disney es propietaria de las plataformas Hulu y ESPN+ en Estados Unidos, y Star+ en Latinoamérica.
Disney argumentó que la caída de suscriptores responde a la pérdida de derechos de cricket en India, y que no se trata de una tendencia global pues en otros mercados como Estados Unidos sus plataformas registraron una suba en sus usuarios.
Los accionistas presionan para que las plataformas den ganancias y, de hecho, fue uno de los factores que llevaron a la destitución de Chapek.
Se trata de un contraste a años atrás, donde el mercado únicamente solía fijarse en los números de suscriptores, pese a que la mayoría de las plataformas, con excepciones como Netflix, daban pérdidas.
“Creemos que el trabajo que estamos haciendo para reformar nuestra empresa alrededor de la creatividad, mientras al mismo tiempo reducimos los gastos, llevará a un crecimiento sustentable y a rentabilidad para nuestros negocios de ´streaming´, posicionarnos mejor para futuras disrupciones y desafíos económicos globales, y traer valor a nuestros accionistas”, dijo Iger al publicarse el último balance, según indicó la revista Variety.
Con el objetivo de hacer más sustentable a sus negocios en el “streaming”, Disney esta considerando licenciar los derechos de algunas de sus películas y series –hasta hoy, exclusivas de sus plataformas- a sus competidores, una decisión que ya tomó Warner Bros. Discovery, propietaria de HBO Max. “Seguimos perdiendo dinero en el streaming. Necesitamos revertir eso”, admitió Iger al presentar las cifras.
El directivo, asimismo, descartó desprenderse de ESPN –una posibilidad que fue considerada recientemente- y anticipó que la multinacional buscará reducir el costo de sus películas y series, el cual, por la competencia, resulta ser “extraordinariamente caro”.
“Las reducciones de costos sugieren una cierta urgencia para maximizar los retornos a largo plazo”, analizó Benjamin Swinburne, analista de Morgan Stanley.
Los despidos de Disney se suman a otros recortes empresariales anunciados esta semana: la tecnológica Zoom, propietaria de la plataforma de videoconferencias homónima, cesó a 1.300 empleados, un 15% de la planta.
Eric Yuan, fundador y CEO de la empresa, destacó el crecimiento durante la pandemia, que llevó a triplicar la planta en 24 meses, pero al mismo tiempo admitió que se cometieron “errores” y que no se tomó todo el tiempo para “analizar a fondo” si se estaba creciendo “de manera sostenible".
(TÉLAM)