“Publiqué en Marketplace que vendía una lavadora con centrifugado y una chava llamada Lucero Salas Barron me envió un mensaje que quería probarla, le respondí que si, que no había problema. Bueno, llegó con un cesto de ropa y me preguntó que si podía lavar la ropa y secarla, no le vi problema hasta le brindé unas sopas con arroz mientras probaba la lavadora”, relató un joven mexicano, usuario de Facebook, acerca de su singular experiencia como vendedor de su lavarropas en esa red social.

“Aproximadamente en una hora –continuó el vendedor– terminó de secar y lavar y revisar su ropa, la olió y dijo: 'Pues, sí lava bien y seca bien, voy a mi casa por el dinero y ya vengo'. Total, la muchacha se fue bien almorzada y con ropa limpia y no regresó. ¿Qué opinas?”, concluyó

Algunos de los varios comentarios a su posteo son desopilantes: “La sopa de arroz no estaba buena y por eso la clienta se fue”; “¿Qué vas a desayunar mañana? Quiero ir a probar esa lavadora”, y varias más.