Por qué pusieron una estatua de Cervantes en una casa del centro rosarino
Cada 23 de abril se celebra el Día Internacional del Libro. Esta fecha fue elegida por la Unesco, con el fundamento de que el 23 de abril de 1616 coincidieron las muertes de Miguel de Cervantes Saavedra (que en realidad murió el 22 pero fue enterrado el 23), de William Shakespeare y de Inca Garcilaso de la Vega.
En Rosario, en calle San Juan 883, casi Maipú, existe una casona que en el primer piso de su fachada luce una hornacina que contiene la escultura de Cervantes, la cual fue realizada por Eduardo Barnes.
La propiedad, proyecto de Gerbino-Schwarz, fue finalizada en 1928. Sus dueños eran los hermanos Sebastián y Luis Romanos. Y fue su nieta, María Cristina Pérez Romanos, quien aportó datos sobre su historia.
Ellos habían venido de Zaragoza, España, y luego de años de trabajo concluyeron esta casa, que denominaban “La Cervantina”
En uno de sus salones instalaron su imprenta, oficio que ya ejercían en España, y editaban en Rosario un periódico con el nombre de “El Eco de España”. Inclusive algunos números fueron ilustrados por un joven Julio Vanzo.
Por su admiración a Cervantes y orgullosos de su tierra natal pusieron la estatua en la fachada, única en la ciudad. Con la expresión que Barnes plasmó en la piedra, Cervantes mira hacia su España natal, mientras que con la mano derecha aprieta contra el corazón su obra cumbre, Don Quijote de la Mancha.
Fuente: José Mario Bonacci para La Capital, noviembre 2004. Unesco.