¿Por qué los bosques son fundamentales para la salud?
Aunque sus múltiples beneficios son muy reconocidos, son uno de los ambientes más amenazados del país.
El 21 de marzo se conmemora el Día Internacional de los de los Bosques, una fecha instaurada en 2012 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de celebrar la importancia de estos ambientes y crear conciencia al respecto.
El tema establecido para el año 2023 es Bosques y Salud, una consigna que busca promover el cuidado de los bosques, más allá de los beneficios que como humanos podemos obtener de ellos.
Según datos de la Sistema Nacional de Monitoreo de Bosques Nativos de Argentina, el país cuenta con más de 47 millones de hectáreas de bosques. Ese total está distribuido en siete regiones forestales: Parque Chaqueño, Yungas, Selva Paranaense, Monte, Espinal, Bosque Andino Patagónico y Delta e Islas del río Paraná, un ecosistema selvático característico del delta inferior del río Paraná.
Aunque los beneficios ecológicos, económicos y sociales de los bosques son bien conocidos, muchos de estos ambientes se encuentran seriamente amenazados por diversos factores, como la deforestación, su explotación excesiva, los incendios forestales o las sequías.
Gustavo Zurita, investigador del CONICET en el Instituto de Biología Subtropical (IBS, CONICET – UNaM), un centro de investigación con sedes en Posadas y Puerto Iguazú, desarrolla proyectos de conservación en diferentes provincias.
Para Zurita, hay dos perspectivas desde las que se trabaja en la conservación de los bosques. “La primera es ética y tiene que ver con la necesidad imperiosa de conservar el planeta en condiciones habitables para generaciones futuras, con una biodiversidad similar a la que hemos recibido. Otra mirada es más funcional y consiste en que la biodiversidad de los bosques, y los ecosistemas naturales en general, es fundamental para la supervivencia de los seres humanos".
"Es imposible pensar nuestra propia supervivencia sin las funciones que brinda la naturaleza, como la polinización de los cultivos, el ciclado de los nutrientes en el suelo o el almacenamiento de carbono para mitigar el cambio climático. De cualquier manera, ya sea por cuestiones éticas, morales o funcionales, no hay dudas de que necesitamos multiplicar los esfuerzos para la conservación de nuestros bosques”, concluye.