La autopista Panamericana fue el escenario de un momento insólito durante la tarde de este lunes cuando más de 45 caballos aparecieron de la nada corriendo a la altura de la localidad de Don Torcuato en sentido hacia la Ciudad de Buenos Aires. 

Caballos blancos al galope por Panamericana a poco de ingresar a la Gran Ciudad. Casi 50 animales tan desaforados como bellos, con un resplandor dorado en los lomos y el pelaje, desafiando a la civilización por la arteria vehicular principal del país ante el asombro de cientos de autos que no entendían cómo sucedía eso delante de sus ojos. 

La escena surrealista se viralizó y generó mala espina, un sentimiento infundado de que lo extraño puede tener consecuencias en lo temporal. Muchos en redes comparaban con aquel episodio en el verano de 2020 en la exclusiva José Ignacio de Uruguay cuando desde un helicóptero lanzaron un cerdo que cayó en la pileta de la residencia del dueño de Etiqueta Negra. 

Era una broma pesada de millonarios, pero el imaginario popular virtual de Twitter le cargó los males que sucedieron en el mundo desde entonces, empezando por la pandemia y terminando con la sorpresiva victoria de Javier Milei, un outsider excéntrico siendo el presidente de Argentina. 

¿Sucederá lo mismo con los caballos blancos galopando por Panamericana? 

Más allá de su interpretación esotérica, hay una explicación cabal. Así como el chancho volador tenía una historia detrás -una aparente apuesta de amigos-, la fuga de caballos también. Se trataban de más de 40 animales pertenecientes al Regimiento de Granaderos a Caballo de Palermo y que habían participado de varios eventos, entre ellos, la Exposición 2024 celebrada hace pocos días en el predio de la Rural. Que no hayan bajado de las nubes parece quitarle peso a la historia sobrenatural, pero que es un gran desenlace que se hayan liberado del ejército y escapado. Compramos, sin duda.  

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