El sueño de un inmigrante que hizo fama nacional, con Gardel como huésped

Por Kevin Dolce - Rosario por conocer

Un hotel rosarino supo ser de los más importantes y prestigiosos de Argentina. Un lugar para hospedarse que estaba considerado entre los de mayor categoría en el país. Hasta que la situación económica lo llevó a la quiebra y cerró sus puertas tras 100 años de historia. Puertas que, afortunadamente, se volvieron a abrir. Aunque sea para otro uso. 

Comenzada la década de 1880 la radicación de inmigrantes a Rosario era cada vez mayor. Del viejo continente llegaban personas de muchas nacionalidades en busca de un futuro próspero. Entre esas personas estaba el italiano Albino Pagliano, quien a sus 21 años de edad decidió, junto con su esposa Dorina, venir a Argentina. Más precisamente, a Rosario.

Trajeron consigo dinero que habían ahorrado en Italia, para invertirlo. Además pidieron un crédito al Banco de Londres, con el cual comprarían los terrenos donde en los primeros años de la década de 1880 empezarían a hacer construir el Hotel Italia. 

Hasta que en 1886 el edificio fue terminado e inaugurado. En sus comienzos sólo tenía dos pisos. Hasta que comenzado el siglo XX, por la fuerte demanda que tenía, construyeron una tercera planta. La ampliación estuvo bajo la dirección de la empresa Candia y fue finalizada alrededor de 1930, tiempos en los que la calle Maipú todavía tenía dirección hacia el sur.

Desde su inauguración fue característico del hotel albergar a la mayor parte de grandes personalidades que pasaban por Rosario, sobre todo a renombrados artistas. 

Incluso la historia oral de nuestra ciudad cuenta que Gardel y Lorca se hospedaron en la misma habitación, la 101, aunque este dato no se puede confirmar dado que un incendio destruyó los registros del hotel. 

Hasta que tras 100 años de historia, el Hotel Italia presentó la quiebra y se transformó en leyenda. El 9 de noviembre de 1987 se efectuó la subasta pública de su edificio de Maipú 1065, que adquirió la Universidad Nacional de Rosario. Desde entonces, en el lugar funciona la sede de la UNR, rescatando una construcción de significativo valor patrimonial para Rosario.

Fuentes y fotos: Rosario del 900 a la década infame – Rafael Ielpi | Eduardo Guida Bria de @matices_de_rosario