Emborracharse en pareja es positivo para la relación
Un estudio concluyó que los matrimonios que beben juntos tienen menos posibilidades de divorciarse que aquellos que no comparten los hábitos de bebida
¿Cuáles son las claves para que una relación dure? ¿El amor que cada uno deposita en el otro, armar planes juntos, tener hijos que fortalezcan el lazo común? Según investigadores de la Universidad de Buffalo (Estados Unidos), podría haber otro factor fundamental que pocos toman en cuenta: descubrieron que las personas que comparten los hábitos de consumo de alcohol con sus parejas se sienten más satisfechos con la relación y tienen menos posibilidades de enfrentar crisis maritales.
No importa si ambos son completos abstemios o si disfrutan emborracharse hasta el desmayo, lo fundamental es que los dos coincidan en la cantidad de ingesta habitual de alcohol para que la pareja se mantenga en buenos términos. Según el estudio, en los casos en que uno de los cónyuges bebía drásticamente más que el otro, las posibilidades de divorcio eran del 50% después de apenas cuatro años de relación.
Los científicos siguieron a 634 matrimonios durante nueve años, observando detalladamente su consumo de alcohol diario. Sólo el 30% de las parejas consideradas “grandes bebedoras” –aquellas que generalmente tomaban seis o más vasos de bebida alcohólica en cada ocasión o que bebían hasta perder la conciencia– terminaban divorciandose. La estadística fue similar para las parejas que preferían beber “moderadamente” o las que incluso no probaban ni una gota de alcohol.
El consejo de los investigadores para las parejas recién casadas o, mejor aún, para aquellas que todavía no dieron el “sí”, es asegurarse que tengan al lado a una persona con quien puedan compartir sus vicios.