Martín Kohan sobre Milei: "No se le sale la cadena, simplemente no tiene piñón”
El afamado escritor y docente de Letras de la UBA analizó la singularidad discursiva del libertario. "Lo que llama la atención de nuestro Jefe de Estado es que la violencia es su registro medio. No se le sale la cadena, simplemente no tiene piñón”, afirmó Kohan en un diálogo con Leo Ricciadino por Sí 98.9.
Javier Milei continúa descalificando y atacando a todo aquel que se manifiesta de manera contraria a sus ideas. Este lunes lo hizo contra los legisladores al calificar al Congreso como "un nido de ratas”. Martín Kohan, en diálogo con Leo Ricciardino analizó la violencia discursiva que es parte de la figura del libertario.
Por Sí 98.9 el afamado escritor y docente de letras de la UBA , afirmó que este tipo de arrebatos lejos de ser exabruptos, expresiones que se salen de los carriles del respeto por los que debería transitar un debate, son en cambio la habitualidad de Javier Milei y de todo un contexto social y político que se ha acostumbrado al agravio y a la descalificación y ha abandonado el debate propiamente dicho.
“Ese tipo de arrebatos, de intervenciones, aparecían como virulentas porque justamente aparecían en un contexto donde la media era otra. Lo que llama la atención de nuestro Jefe de Estado es que la violencia es su registro medio. No se le sale la cadena, simplemente no tiene piñón”, afirmó Kohan.
En este sentido analizó que “esta singularidad uno puede indagarla también en términos de las condiciones sociales de posibilidad". “¿Qué es lo que ha hecho que esto sea posible? Y no sólo que sea posible, sino que prospere al punto en que prosperó y prospera”, se preguntó y ensayando una repuesta posible expresó que ”las condiciones de posibilidad para que este discurso se convierta en lo que hoy efectivamente es, que es un discurso de Estado, hay que buscarlas en las condiciones en general de la circulación de los discursos en la sociedad. Hemos naturalizado los ataques, las descalificaciones, la violencia verbal como una constante".
También, continuando con su análisis planteó que “ni siquiera es que se está frente a un acaloramiento del discurso político o de los debates. No. No son debates frente a lo que estamos, de hecho es imposible discutir con el presidente porque lo que hay es descalificación y anulación del que piensa distinto”
También analizó en qué lugar queda el interlocutor ante esto, cuáles son las posibilidades ante la descalificación y la preminencia de una lógica twittera en la comunicación de Estado.