¿Por qué el viaje de regreso parece más corto que el de ida?
La percepción del tiempo es, sin duda, un fenómeno subjetivo. Por qué algunos momentos pasan más rápidos que otros sigue siendo un misterio. Este es el caso del “efecto viaje de regreso” en que el camino de vuelta a casa luego de unas hermosas vacaciones parece ser mucho más rápido que el de ida. Pero ya no más incómodos interrogantes, ahora la ciencia responde.
Según un estudio realizado por un grupo de investigadores de Japón que examina la forma en que se percibe el tiempo, hay varias variables que intervienen en esto. Una de ellas es si se presta o no atención al tiempo mismo. Si uno presta atención los minutos parecen no pasar nunca, pero cuando se está distraído por otras cosas, todo pasa rápidamente.
Otra explicación expresa que el tiempo parece ir más despacio cuando nos enfrentamos a lo desconocido. Esto también explicaría por qué las cosas parecieran suceder más rápido a medida que envejecemos, y enfrentar un menor número de nuevas experiencias.
Un tercer condicionante expresa que las personas son a menudo demasiado optimistas en su viaje de ida, lo que hace que parte del viaje pareciera tomar más tiempo. En el camino de vuelta, las expectativas se revisan y se espera que el viaje sea más largo de lo que es. Esto también explicaría por qué no se experimenta el “efecto viaje de regreso” en los recorridos diarios, ya que se ha tomado la ruta tan a menudo que se tienen expectativas precisas sobre cuánto tiempo tomará.