Tener certezas sobre el futuro en el amor es una de las inquietudes más prosaicas del ser humano. Algunos acuden a los astros, a los signos del zodíaco o a la vidente del barrio, las cartas o deshojan margaritas, pero en este caso un grupo de programadores y desarrolladores logró crear un programa de inteligencia artificial que puede pronosticar una eventual y futura ruptura amorosa. 

La tecnología sorprende, vaya si no. Esta vez se mete con las parejas, pero el problema es que las matemáticas y los algoritmos suelen ser bastante precisos y no se van a traicionar si tienen que concluir una noticia inesperada, indeseable. Como dice el Indio Solari, “ el futuro llegó hace rato” y ahora a través del estudio de la voz, de los integrantes de una pareja, se puede predecir cuál es la situación actual y algunos probables escenarios para los siguientes meses de esa dupla.

Una nueva investigación, publicada en la revista Plos-One, analizó las características vocales de 134 parejas en terapia. Se utilizaron computadoras para extraer las características estándar del habla de las grabaciones de los participantes en sus sesiones de terapia durante dos años. 

¿Cuáles son las características que interesan? El tono, sus variaciones, y la entonación. Ya que solo con el tono de voz se pueden identificar distintos matices que relacionan esta característica con un comportamiento. Luego se entrenó un algoritmo de aprendizaje automático para aprender la relación entre esas características vocales y el resultado final de la terapia.

El análisis de las características de la voz fue complejo y no quedó solo en si alguien alzaba la voz, si no en la interacción de la conversación, quién hablaba cuándo y durante cuánto tiempo, así como en el sonido de las voces.

Una vez que el algoritmo estaba desarrollado, se lo probó con otras sesiones de pareja, sin que el programa sepa cuál era el desenlace de las parejas, y tuvo un acierto del 79,3% con respecto al futuro de las parejas. 

De esta manera la IA sigue demostrando que puede no solo estudiar la conducta humana, sino también predecirla.