Experto afirma que la inteligencia artificial agrava la desigualdad social
Madrid. La implantación de la Inteligencia Artificial en el mundo laboral aumentará la desigualdad, haciendo "a los ricos más ricos y a los pobres, más pobres" si no se implementan medidas efectivas, asegura el taiwanés Kai-Fu Lee, uno de los grandes expertos en esa materia.
Lee acaba de sacar al mercado el ensayo "Superpotencias de la inteligencia artificial", en el que pide a Estados Unidos y China que acepten la gran responsabilidad que conlleva un poder tecnológico tan significativo y advierte que, debido a estos progresos sin precedentes, tendrán lugar grandes cambios mucho antes de lo que se pensaba.
En una entrevista en Madrid, con motivo de la presentación de su obra, Kai-Fu Lee (Taipei, 1961) afirma que su objetivo es dar a conocer la Inteligencia Artificial (IA) a todo el mundo y esclarecer las dudas sobre esta herramienta "que produce una especie de miedo".
—En sus charlas a estudiantes y a ejecutivos todos plantean las mismas preguntas. ¿Cree entonces que, informativamente hablando, se está haciendo un buen trabajo con la IA?
—Estamos condicionados por dos factores. Por un lado, la ciencia ficción, las películas que vemos. "Her" o "Terminator" son películas donde la IA se retrata como algo equiparable a los humanos y que quiere hacernos daño. Por otro lado, los medios de comunicación cuentan historias, como el escándalo de Cambridge Analytica o Mark Zuckerberg (fundador de Facebook), testificando desde la perspectiva negativa.
La realidad es que la IA no es más que una herramienta que está aquí para resolver problemas. No podemos dejarnos avasallar por esa cantidad ingente de influencia de los medios de comunicación y de la ciencia ficción.
—Con la Revolución Industrial surgieron ideologías como el comunismo. ¿Cree que la implantación de la IA en el mundo laboral puede hacer que surjan movimientos ideológicos parecidos porque se produzca un auge de la desigualdad entre Estados?
—Es cierto que pueden emerger nuevas ideologías. En la Revolución Industrial, el capital era lo más importante. La mayor diferencia con la IA es que el foco está puesto en el capital intelectual, que reside en las manos y cerebros de brillantes científicos, ingenieros, emprendedores…
Lo más importante son los datos, la información. Aquellas compañías que reúnan a los profesionales más inteligentes y con más información liderarán el mercado. Un ejemplo es Google, que es una compañía de un grupo extremadamente inteligente de profesionales y que tiene una cantidad ingente de datos.
Todos estos factores acrecentarán las desigualdades. Cuando la IA destruya aquellos trabajadores de la primera cadena producirá que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres, cada vez más pobres. Esto puede tener un impacto ingente sobre la sociedad y hay que encontrar una solución que pase por una plena redistribución de la riqueza. No hay que darles a los más pobres los medios para que se dediquen al ocio, sino para que puedan adquirir un cambio verdadero en sus vidas.
—En China, el coronavirus ha matado a más de 1.800 personas. ¿Cree que esto causará un impacto en la economía del país?
—En el último mes ha habido una ralentización económica que, se espera, continúe en los próximos meses, ya que el consumo se ha visto afectado. Asumiendo que volvamos a la normalidad, empezaremos a ver el efecto inesperado que pueda tener esta pandemia. Por ejemplo, ha habido una irrupción de las transacciones online porque la gente se queda en casa.
—¿Los seres humanos estamos preparados para darle la bienvenida a la IA en nuestras vidas o estamos cambiando más rápidamente de lo que podemos asimilar?
—Yo creo que sí. Pero, si vemos el panorama actual, podemos pensar en el pesimismo. Hay escándalos como Facebook y muchos culpan a la IA por las ilegalidades que hay en materia de seguridad, de eliminación de empleos… Para mí, esto es frustrante, porque veo la IA como una herramienta tecnológica neutral, una plataforma.
Me produce cierta esperanza ver que los conceptos tan negativos de la IA están sustentados en información errónea sobre lo que supone. Históricamente, las innovaciones se vieron con escepticismo en una etapa más temprana, como la electricidad, los coches o el mismo internet. El tiempo nos ayudará a solventar todos los problemas que vayan surgiendo.
EFE