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Spectacles, los anteojos de Snapchat, acaban de salir a la venta. Lo hacen a 129 dólares más impuesto, el mismo precio que en sus Snapbot, las máquinas expendedoras con ubicación itinerante y anunciada a través de Twitter, pero solo se pueden comprar por Internet.

En la web se puede escoger color: negro, azul o rojo coral, funda que sirve también de cargador adicional y cable de carga. La funda cuesta 49 dólares y el cable 9,99.

En lugar de limitarse a dos pares de gafas por usuario, como sucede en la máquina, en línea permiten hasta seis pares. La estimación de entrega, que cuesta diez dólares más es de entre dos y cuatro semanas.

En los últimos tres meses las gafas también se vendían en una tienda efímera en Manhattan, que cerró este lunes, pero piensan seguir con su estrategia de poner la máquina expendedora en lugares especiales.

Uno de los grandes aciertos de Snap fue saber llegar en los momentos en que se desea compartir experiencias. Como la final de Super Bowl o este pasado fin de semana en el All Star de la NBA.

En una entrevista reciente con su fundador Evan Spiegel, al Wall Street Journal explicó su plan de distribución: “Tratamos de entender cómo llegar a la vida de los usuarios y saber cómo las quieren disfrutar. La respuesta está siendo muy buena y por eso vamos a hacerlas más accesibles, especialmente para aquellos que en Estados Unidos no han tenido un Snapbot a mano”.

A pesar de hacerse más accesibles, solo se venden en Estados Unidos. Uno de los impedimentos para ir más allá de sus fronteras tiene que ver con la certificación que pasan los aparatos en las diferentes zonas.

Uno de los aspectos más brillantes de estas gafas es que no parecen un aparato tecnológico, sino un complemento de moda. Destaca también su facilidad de uso y la sutileza con que se integran con la tecnología, tanto la cámara como el botón de grabación. Solo graban secuencias de 10, 20 o 30 segundos y la única manera de pasarlo al celular es mediante la aplicación de Snapchat.