Alumnos de la 607 no pueden rendir porque en el barrio se roban los cables de Internet
Desde principios de este año la dinámica escolar híbrida que combina lo presencial con el aprendizaje y la enseñanza a distancia, fue el eje de los estudiantes y docentes que atraviesan la segunda ola del Covid-19 tratando de sustentar de la mejor forma posible el vínculo pedagógico. Con los problemas propios que encarna esta modalidad, pero también con problemas históricos de tipo estructural vinculados entre otras cosas a la conectividad, muchos establecimientos intentan no bajar los brazos. Y en barrio industrial se encontraron con un problema extra.
En la escuela 607, esta semana, en la que concluye el trimestre, muchos alumnos de secundaria debían rendir materias y no lo pudieron hacer por que en sus domicilios sufrieron el robo de cables que proveen el servicio de Internet.
Pero esa no es la única situación, otros alumnos no cuentan con este servicio o utilizan en una familia un solo dispositivo para varios, situación que ocasiona inconvenientes, entre otras cosas la deserción escolar. Según revelaron desde la escuela, esa situación es notoria, es así que una docente puso como ejemplo al curso de primer año de secundaria donde últimamente “no se está conectando nadie” de un total de 36 alumnos.
Luego, para graficar, la docente Erica Ferreyra usó una metáfora y manifestó en el móvil de Si 98.9 que “deben hacer magia” para poder llegar a cada uno de los alumnos y sus particularidades. En consonancia señaló que es “majestuoso” el trabajo que hace los preceptores de esta escuela, encargados de acercar los materiales educativos a quienes no cuentan con servicio de Internet, como también de sostener el vínculo pedagógico a través del WhatsApp.
Entre otras cosas explicó que la demanda hacia estos trabajadores es a toda hora, que ponen sus propios teléfonos celulares para contactarse ya que depende mucho cuándo los chicos mandan sus trabajos que están atados a la posibilidad que tengan de conectarse, tener datos en sus teléfonos o en algunos casos puntuales utilizar una red de Wi Fi prestada.
“En este contexto de trata de hacer un trabajo de hormiga, uno por uno”, apuntó la docente que después le marcó la cancha al Ministerio de Educación: “Ellos tienen puesta la mirada en las escuelas del centro, no ven hacia los barrios que tienen una realidad totalmente distinta. Y no es que los chicos no quieran trabajar, ellos tratan de comunicarse con nosotros de la manera que pueden”.
Pero los problemas de esta institución no solo quedan en los temas de conectividad. En una visita anterior del móvil de la radio, cuando la presencialidad estaba permitida, por falta de espacio y aulas para las burbujas las clases se dictaban en el patio de la institución. Eso sumado a la ausencia de cargos docentes que generó que los alumnos vieran a sus profesores una vez cada dos meses.
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