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Sergio Fernández es estudiante de la Facultad de Música de la UNR, y junto a otros estudiantes participaba de un programa de para insertar institucionalmente en diversos ámbitos a chicos de la calle que hacían changas, y así evitar que trabajen y tuvieran un futuro. Pero desde diciembre el programa fue cerrado por falta de presupuesto.

En diálogo con Sí 98.9, Sergio contó que el programa comenzó en 2013 con la idea de no echar a los chicos que ingresaban en la Ciudad Universitaria de la UNR: “Venían a vender pañuelitos, biromes, tortas fritas, y la propuesta era no cerrarles las puertas sino darles herramientas”.

Este programa consistía en que los estudiantes asistan a los chicos a escolarizarse, documentarse, hacer deportes, ir a colonias de vacaciones y centros de salud, y esto lo hacían articulando instituciones del barrio República de la Sexta así como también de la UNR.

La Facultad de Psicología les dio un espacio propio para contener a los chicos en esas actividades, y de esta forma también evitaban que los guardias de la seguridad privada no los echara. Los chicos eran alrededor de 35, y algunos eran asistidos junto a sus madres.

Pero cuando cambió el decanato de esta facultad, hubo un cambio de políticas: “Empezamos a ver que dieron órdenes de que los chicos no entren más a esta facultad, y después nos informaron que en diciembre se terminaban nuestros contratos”.

Durante los tres años los voluntarios organizaron una colonia de verano para en verano seguir trabajando con los chicos, pero este verano los desobligaron: “Nos dijeron que el contrato ya lo habíamos terminado, que no contaban con presupuesto para seguir trabajando con los pibes del barrio, pero que iban a lanzar un proyecto superador”.

En marzo lanzaron un nuevo proyecto con menos presupuesto: “Mi sueldo alcanzaba a diez becarios sin contrato formal, un proyecto expulsivo con sueldos miserables y que no busca incluir a los pibes del barrio”.

El decano de la Facultad de Psicología, Raúl Gómez, explicó también en Sí 98.9 que “el presupuesto de ese programa era tomado de una salida presupuestaria de doctorados llamada ‘Seguridad Comunitaria’, y cuando asumimos, el contrato se vencía, por lo que tuvimos reuniones con los estudiantes y pactamos que terminaba en diciembre”.

Pero en ese mes, según precisó el decano, el programa cambió de figura: pasó de un contrato a un sistema de becas por cuestiones de facturación. “En ese entonces desde Rectorado de la UNR nos informaron que la partida no se seguirá emitiendo, y la Facultad presentó un nuevo proyecto académico para pedir presupuesto en la Secretaría de Extensión. Y de éste programa hay un componente que es el abordaje territorial, que todavía no pudimos concretar”.

De esta manera las actividades que se hacían con estos chicos que concurrían a la facultad pasaron a un nuevo programa llamado Puentes entre la Facultad y organizaciones barriales, que hasta ahora no fue activado por las autoridades de la casa de altos estudios.