Recorrido por la Cordillera de los Andes, la columna vertebral del país
Son unos 3.500 kilómetros de cordillera que recorren la Argentina y que, en algunos lugares, roza los 7.000 metros de altura, mientras que en otros, se sumerge de lleno en el mar.
Cada diciembre se celebra el Día Internacional de las Montañas, como propuesta de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), desde el año 2003 con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) como organismo coordinador.
La fecha elegida fue el pasado 11 de diciembre, en esta fecha se destacan las montañas como uno de los primeros indicadores del cambio climático. El aumento de las temperaturas también significa que los glaciares de montaña se están derritiendo, afectando los suministros de agua dulce para millones de personas. A medida que crece la vulnerabilidad de las poblaciones de montaña, la migración aumenta tanto hacia el extranjero como hacia los centros urbanos.
Argentina posee una larga cadena montañosa, la Cordillera de los Andes, que recorre la extensión territorial del país y auspicia como columna vertebral desde la cual nacen arroyos, lagos y ríos. Es el origen de una diversidad única y que además, dota al país de paisajes naturales valorados en todo el mundo.
Los circuitos de montaña de Argentina a lo largo de la Cordillera de los Andes ofrecen una diversidad de opciones, desde lugares con paisajes que parecen sacados de la superficie lunar, otros recónditos frecuentados por aventureros y algunos con mejores instalaciones que cautivan a miles de visitantes.
"La geografía del país ostenta una de las cordilleras más lindas del mundo. Lo único que tiene que hacer una persona que busca montañas es mirar al oeste", resumió el consultor turístico Andrés Calla, en el marco del Día Internacional de las Montañas, que se celebra este lunes.
"Las diferentes alturas promueven grandes transformaciones en los aspectos, texturas y colores de las montañas y esa diversidad de paisajes la hace un accidente geográfico único en el mundo", apreció Calla, uno de los creativos detrás de Rutas Naturales, programa integral de promoción del Ministerio de Turismo y Deportes de Nación.
Uno de los atractivos de la cordillera está en la Puna jujeña, entre montañas que superan los 3.000 metros sobre el nivel del mar, escenarios naturales dignos de películas de John Ford, desiertos de altura, salares y volcanes, donde se emplaza el Valle de la Luna de Cusi Cusi, un lugar para quienes persiguen la serenidad.
Al costado de la ruta nacional 40, que recorre la cordillera desde el extremo sur de Santa Cruz hasta la Quiaca, emerge una postal interplanetaria de colores intensos que envuelven picos y farallones de 100 metros de alto y abrazan al poblado de Cusi Cusi, que tiene dos calles de largo, una plaza, una iglesia, y menos de 250 habitantes que mantienen vivas las tradiciones de generación en generación.
La Ruta Natural propone comenzar en San Salvador de Jujuy y transitar la Quebrada de Humahuaca, que inicia en Purmamarca, un pueblo turístico de calles empedradas y ferias artesanales, con asiento en primera fila para admirar el cerro Siete Colores, uno de los más maravillosos del país, con tonalidades devenidas de sedimentos marinos, lacustres y fluviales que tienen unos 600 millones de años de antigüedad.
En este circuito está el tramo más complejo de la ruta nacional 52, la empinada Cuesta de Lipán, con una vista panorámica que, a través de 131 vueltas, alcanza los 4.170 metros de altura. Luego, atraviesa las Salinas Grandes, las terceras más extensas del planeta, hasta La Polvorilla, una de las paradas del famoso Tren de las Nubes, y continúa hasta el salteño San Antonio de los Cobres, un pueblo mágico en pleno corazón de la Puna, que conserva su arquitectura tradicional.
Para aventureros se destaca la ruta de los Altos Andes, que conecta Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza, visitada por quienes practican deportes invernales y donde se ubica el cerro Aconcagua, el punto más alto de la cordillera, con unos casi 7.000 metros, el desafío de cualquier andinista.
"No hace falta llegar a la cima para tomar dimensión del paisaje. Muchas veces, la montaña genera ciertas limitaciones de acceso, pero acá se puede llegar a la base por rutas asfaltadas, sin ningún tipo de esfuerzo", precisó Calla.
Una propuesta es la ruta de los Seismiles, un camino zigzagueante a lo largo de 200 kilómetros, por un paisaje árido e inhóspito que se despliega entre una veintena de picos que superan los 6.000 metros sobre el nivel del mar y que parecen desplomarse del cielo. La nieve y los glaciares permanecen sobre ellos durante todo el año, pese a la extremada amplitud térmica que se registra.
El viaje comienza en la localidad catamarqueña de Fiambalá, que cobija al pie de la cordillera una de las termas naturales más hermosas del país, con temperaturas de hasta 45 grados. Por la ruta nacional 60 se llega al nevado Ojos del Salado, el volcán activo más grande del mundo, y al Incahuasi, en cuya cumbre se hallaron ruinas incaicas y al que se puede ascender si se tiene experiencia previa.
En Mendoza, una de las rutas más asombrosas para descubrir el corazón de la cordillera es la 7 que perfora con túneles inmensas montañas hasta la base del Aconcagua, que presenta senderos autoguiados, para trekking y miradores. Si se opta por estancias de campo, astroturismo, ciclismo, trekking y cabalgatas en alta montaña, entonces el destino es el volcán Tupungato.
Las postales que enamoran de la Patagonia se extienden desde el suroeste de Neuquén hasta el noroeste de Chubut, pasando por las pintorescas ciudades de San Martín de los Antes y Villa la Angostura, que se conectan por el camino de los Siete Lagos, recomendada para ciclistas que no quieren perderse ningún punto panorámico de la travesía. Unos 50 kilómetros antes está Villa Traful, un destino para experimentar buceo en un bosque sumergido.
En Bariloche, capital del turismo aventura, proliferan las ofertas de trekking, ciclismo, kayak, rafting, rappel, buceo y cabalgatas, mientras que El Bolsón atrae por la impronta cultural que marcó el movimiento hippie a finales de los 60.
Más al sur aún se distinguen El Chaltén, capital nacional del trekking, que ofrece una vasta red de circuitos y senderos de diferentes dificultades, que brindan magníficas vistas del cerro Fitz Roy, y El Calafate, puerta de acceso al imponente glaciar Perito Moreno.
Para este año, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), estableció como tema central para la celebración el Día Internacional de las Montañas la "restauración de los ecosistemas de montaña", con el objetivo de sensibilizar sobre su relevancia y demandar soluciones.