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Así como se cuida a las personas para evitar que se enfermen, un método parecido hay que llevar a cabo con el lugar donde uno encuentra sus mayores momentos de paz y relax: el hogar. Es que las casas también sufren enfermedades si no se previenen.

El Feng Shui, antiguo sistema filosófico chino de origen taoísta basado en la ocupación consciente y armónica del espacio, se ocupa de este tratamiento de las viviendas, para armonizar y equilibrar las energías.

La arquitecta rosarina Ana Florencia Frontini se especializó en esta disciplina para poder ofrecer un valor añadido a sus clientes. “El Chi según los chinos es un concepto complejo que equivaldría a la energía vital. Todas las cosas tienen el suyo, desde el universo a una piedra”, explicó a RosarioPlus.com.

Con más de 15 años de experiencia, se especializó en terapias denominadas complementarias o alternativas. “Realizo proyectos de dirección de obra y construcción que tienen en cuenta el Feng Shui si así lo pide el cliente”, describió.

¿Cómo saber si la vivienda se enfermó?

Para evitar que la casa se enferme, y con ello empiecen a producirse fallos en instalaciones o aparatos, hay que estar pendiente de las energías que circulan por la vivienda.

“Se puede notar a través de un estudio especializado que abarca no solo la casa y su implantación, sino también su fecha de creación o última remodelación, y también a los habitantes de la misma, para poder armonizar de forma personalizada los ambientes”, resumió Frontini.

Para solucionar la problemática, hay que “curar” los espacios energéticamente y trabajarlos a través de la decoración y la armonización. La especialista agregó además la radiestesia, para absorber las malas energías, como método a tener en cuenta en esta curación.

“Además sería interesante tener en cuenta un Feng Shui anual, ya que las energías cambian por los astros y por muchos motivos que las hacen variar durante el año”, concluyó la arquitecta.