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Con un estricto protocolo sanitario, los gimnasios de la ciudad volvieron esta semana a reabrir sus puertas tras permanecer cerrados casi tres meses. En este marco, dueños de establecimientos deportivos de la ciudad coinciden en que el regreso de los clientes será paulatino y esperan volver a una "nueva normalidad" en las próximas semanas.

"La gente se esta tomando su tiempo, no hay una demanda muy grande. Está estudiando el mercado, viendo cómo estamos implementando los protocolos. Hay cierta mesura y el factor económico influye un poco", señaló a Rosarioplus.com Guillermo Tomatis, presidente de la Cámara de Gimnasios de Rosario.

Y agregó: "También influye que los chicos aun no tienen clases y que la gente que trabaja no se puede cambiar en los gimnasios. Además, el horario comercial no es el mismo de antes y muchos trabajan desde sus casas".

"Creemos que en un par de semanas va a ir volviendo a la normalidad. En otras ciudades se empezó a ver un movimiento recién en la tercera o cuarta semana", concluyó Tomatis.

En dialogo con Sí 98.9, Eduardo Silvano, dueño de un gimnasio en zona sur, coincidió en que "la gente va volviendo muy de a poco". "El regreso es paulatino. Va a ser muy difícil recuperar lo perdido en los meses que no estuvimos activos y que todos los gimnasios se mantengan", señaló.

"Este tiempo no es de holgura económica para nuestros negocios. No podemos poner una cuota exagerada que le impida a nuestra clientela venir. Son negocios de cercanía que trabajan mucho con los vecinos. Muchas veces, el precio es un condicionante.
No hemos tenido grandes ayudas. Se trata de pequeñas empresas, muchas veces familiares y mantenidas por los propios trabajadores", agregó Silvano.

Estricto protocolo

Los clientes pueden asistir por medio de un sistema de turnos, con límite de tiempo para el entrenamiento, y el uso intercalado de los equipamientos, siempre respetando una distancia de 2 metros entre ellos. Deben concurrir con su botella con agua y toalla personal, y es obligatorio el uso de cubreboca o máscara.

El intervalo entre turnos es de 10 minutos como mínimo, para así evitar que haya un encuentro entre quienes culminan su sesión con aquellos que ingresan para cumplirla, y durante ese lapso se debe proceder a la limpieza del ámbito y elementos utilizados por la rutina, con la correspondiente ventilación.

El protocolo establece también una serie de medidas de limpieza e higiene personal de cada usuario, del equipamiento y del espacio, que a su vez debe contar con la información protocolar mediante carteles y la disposición de kits para que los usuarios puedan acceder al uso de materiales de higiene individual.

En cuanto a los elementos de higiene, se debe disponer de solución hidroalcohólica (70% alcohol, 30% agua) para la desinfección personal, como así de un dispenser de alcohol en gel o rociador con mezcla hidroalcohólica por cada área o salón del gimnasio, invitando a los socios al uso frecuente del mismo.