Había denunciado al fiscal Rodrigo, la rechazaron y vuelve a la carga
La renuncia del ahora ex fiscal Fernando Rodrigo, involucrado por valerse de su cargo para espiar a una ex pareja y a su entorno, reavivó heridas del pasado que habían sido abiertas durante su paso por la Unidad de Delitos Sexuales, con injerencia en casos de violencia de género. Y fue, precisamente, una víctima de la violencia machista quien ahora quiere impulsar la reapertura de una denuncia que radicó hace un par de años contra Rodrigo por no haber investigado el drama que la había llevado a ella a denunciar y pedir ayuda en la Justicia.
Aquella denunciante es Fernanda Serna, que ahora integra la ONG Ademur -abocada a la defensa de los derechos de la mujer- pero que entonces vivió un calvario que por poco casi le cuesta la vida. El hombre con quien estaba en pareja -y que es un empleado judicial aún en funciones- le prendió fuego en 2013, como corolario de un sinfín de maltratos previos. En diálogo con Rosarioplus.com, Serna contó: “En marzo de 2015, junto a otras mujeres de Ademur denunciamos al fiscal Rodrigo por incumplimiento de deberes de funcionario público, y ese mismo año, antes de Navidad, desestimó la denuncia”.
Serna explicó que Rodrigo hizo naufragar su causa, y que “adulteró el expediente”, al que ella aseguró haber tenido acceso. “Tengo copias del expediente que muestran que está vacío, por lo que fueron borradas todas mis declaraciones”, destacó.
Indignada por la desestimación de la denuncia, Serna denunció a comienzos de este año a la propia Fiscalía de Delitos Sexuales por el mismo incumplimiento, aunque el fiscal ya no se encuentre ahí, porque ese expediente continúa naufragando ,adulterado en esa repartición judicial”.
En este contexto, Serna ahora piensa reabrir su denuncia contra el ex fiscal, “porque no puede quedar tan impune su modo de cajonear una causa”, y aseguró que convocará “a todas las (mujeres) que denunciaron y que fueron desestimadas por él, maltratadas y sus causas adulteradas, que son muchas”.
Recordó sobre el tiempo que trató con Rodrigo: “Me ha maltratado en persona, tildaba de locas a las que denunciaban a sus parejas, y era quien estaba a cargo. Vi incluso que maltrató a sus colegas mujeres de la Fiscalía”.
Puso el ejemplo en otro caso, el de Meli, que realizó 126 denuncias contra su ex pareja, por robo, golpes, y hasta por el incendio intencional de su casa. “Rodrigo nunca investigó eso, porque desestimaba cualquier causa de violencia de género”.
El fiscal general de la provincia Jorge Baclini reconoció este viernes que el fiscal Rodrigo para ingresar en la Unidad de Delitos Sexuales atravesó entrevistas y un perfil psicológico que fue aprobado. Y consideró que ese área "demanda sensibilidades especiales" para trabajar con ese tipo de delitos: "No es lo mismo un delito contra la propiedad que violencia de género. El trato a la víctima amerita una contención especifica, cuenta con un equipo interdisciplinario con psicólogos y trabajadores sociales desde diciembre de 2014", dijo Baclini sin saber lo que luego tenía Serna para contar.
Empleado judicial, marido violento
El hecho que llevó en un primer momento a Fernanda Serna a la Fiscalía de Delitos Sexuales fue cuando el 17 de mayo de 2013 ingresó inconsciente al Centro de Quemados del Sanatorio Británico con quemaduras de segundo grado sobre el 45% de su cuerpo.
Su ex pareja, un actual empleado del Poder Judicial que oficia en la Oficina de Gestión Judicial, la prendió fuego. La causa se archivó en 2016, y fue cuando a Serna se le ocurrió pedir el expediente en la Fiscalía y encontró con que la documentación había sido adulterada. Sus declaraciones habían desaparecido, según contó.
A partir de que denunció a la propia Fiscalía este año, la causa original -contra su ex pareja- fue llevada a la fiscalía de Investigación y Juicio, y fue puesta a cargo de la fiscal Guillermina Aiello. "Afortunadamente -celebró- el caso fue reabierto y confío en que se hará justicia”, ya que en poco tiempo logrará ver a su ex marido sentado en el banquillo de acusados, en juicio oral.