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Cualquier memoria USB que se conecta a las computadoras, incluso las que están completamente borradas, pueden contener malwares. Como si la paranoia fuer apoca, ahora llegó el momento de desconfiar también de los cables USB. 

El Grupo de Investigación RFID diseñó un cable específico que posibilitará insertar un malware en él. A simple vista parece común pero que en su interior esconden un pequeño control Bluetooth capaz de liberar una carga de datos en el equipo o dispositivo donde se conecta. 

Este producto estará disponible en tres versiones: con cabezal lightning, con cabezal USB-C y con cabezal micro USB. Asimismo, irá acompañado de un control remoto con un alcance de 100 metros que permite activar la descarga de los datos que se hayan introducidos (el malware en el peor de los casos).

Eso sí, el cable debe estar conectado a un equipo o dispositivo en el momento de la descarga. Sin embargo, si no se tiene a mano el control remoto, se podrá hacer también desde una aplicación en el móvil (aunque a una distancia menor).

Con este nuevo invento y ante la imposibilidad de saber si contiene malwares o no, los especialistas recomiendan confiar solamente en los cables USB susceptibles de ser adquiridos en tiendas oficiales.