Los últimos y grandes descubrimientos astronómicos
Detalles de Marte, saber que hay 700 planetas en los que puede haber vida, aterrizar en un cometa y descubrir el corazón del sol fueron salientes de un año revelador en astronomía.
El año que se va ha sido fructífero para el mundo de la astronomía, según la evaluación de expertos que interpretan el valor de algunos hallazgos en la esfera celeste. Para empezar, se considera que en 2014 se avanzó mucho en conocer a uno de los planetas vecinos y que tanta literatura fantástica ha generado: Marte. También se pondera dos episodios cercanos con cometas, se avanzó en un enigma denominado “materia oscura” y se descubrieron nuevos indicios sobre el Big Bang.
Lo que sigue es la enumeración que hizo la revista Uno Cero en un artículo de Manuel López Michelone sobre siete hechos sobresalientes del año en astronomía.
1. La exploración de Marte
2014 fue un año muy interesante en la exploración del planeta rojo, pero más aún a partir de que este año se cumplieron 50 de haber lanzado la primera sonda a este planeta. Entre los descubrimientos más recientes está el que anunciara la NASA, en donde su sonda Curiosity halló que Marte alberga los químico orgánicos que son los bloques esenciales de lo que conocemos como vida en la Tierra. Los químicos clorobenzeno, dicloroetanol cloropropano y diclorobutano fueron descubiertos dentro de una roca que el Curiosity perforó en mayo del 2013. Los investigadores aclararon que esto no significa que exista o que haya existido vida en Marte. Lo único que dicen es que “el mantel está puesto” para la vida. Además, se detectó metano en Marte, en contra de que no había rastros del mismo el año anterior. Hay organismos en la Tierra que producen altos niveles de metano. Su presencia es simplemente una nueva posibilidad de que Marte puede o pudo haber albergado vida.
2. Más sobre el Big Bang
Un telescopio en la Antártida detectó lo que se ha pensado es la luz remanente de la gran explosión primigenia. Aparentemente esto es evidencia de que el Universo se expandió muy rápidamente después del “gran pum”. Esta luz remanente es en realidad el fondo cósmico de microondas, el cual es muy difícil de detectar pero que podría darnos más información sobre la velocidad de expansión del Universo. Sin embargo, la Agencia Espacial Europea (ESA) ha dicho que ese telescopio ha interpretado como los patrones de luz remanentes de la gran explosión no son otra cosa que polvo de la Vía Láctea.
3. El cometa que aterrizó
Probablemente el hecho más notable de todo el año haya sido el aterrizaje de Philae, una pequeña nave que venía dentro de la sonda Rosetta, la cual viajó por diez años para hallar al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, habiendo recorrido unos 6.4 mil millones de kms. El 12 de noviembre Philae dejó Rosetta y viajó unos 510 kms. El aterrizaje no fue muy suave pero finalmente la nave se posó en el cometa y lo estudió por unas 64 horas, antes de que su energía se terminara. De hecho, Philae funciona con celdas solares y por lo pronto está en hibernación. Los científicos tienen la esperanza de que vuelva a poder mandar información cuando sus pilas solares se recarguen al acercarse al Sol.
4. Visión de un cometa en Marte
Marte experimentó un raro encuentro con un cometa en el 2014, el cual pasó a unos 139,500 kms de distancia del planeta rojo. Dejó a su paso una lluvia de polvo que ahora los científicos estudian gracias a que se tienen varias sondas orbitando dicho planeta. De acuerdo a los científicos, el cometa cambió “literalmente” la atmósfera marciana y el polvo dejado, unos 2 mil kilogramos del mismo, contiene altos niveles de sodio, lo que justifica que el cielo marciano se vea amarillento. Algunos análisis indican que se detectó zinc, manganeso, níquel y aluminio. También el polvo del cometa mostró rastros importantes de magnesio. Los cálculos científicos indican que un cometa se acerca tanto a Marte cada 8 millones de años, lo cual resultó una gran coincidencia en términos científicos.
5. Otros planetas como la Tierra
Por primera vez los científicos han identificado planetas del tamaño de la Tierra en una zona habitable a su estrella padre. El “primo” de la Tierra podría tener agua líquida y potencialmente, las condiciones adecuadas para la vida. El nuevo planeta, llamado Képler-186f es menos de 10% más grande que nuestra Tierra, y orbita a una enana roja, que es más pequeña y más brillante que nuestro Sol, pero el planeta todavía se encuentra en una zona que se considera habitable, pues está a una distancia de su Sol que permitiría agua líquida. Este planeta está a unos 490 años luz de distancia. Se piensa que es rocoso, porque en la medida que se hacen más grandes, es más probable que tengan mucho gas, como en el caso de Júpiter o Saturno. Pero si les parece poco, un planeta habitable, el telescopio espacial Képler ha descubierto otros 700 nuevos exo planetas que podrían albergar vida.
6. Señales de la materia oscura
Para nadie está muy claro qué es exactamente la materia oscura, pero se entiende así a la hipotética materia que no emite suficiente radiación electromagnética para ser detectada con los medios técnicos actuales, pero cuya existencia se puede deducir a partir de los efectos gravitacionales que causa en la materia visible, tales como las estrellas o las galaxias, así como en las anisotropías del fondo cósmico de microondas presente en el universo. Investigadores usando la nave espacial Newton de la ESA, reportaron una señal misteriosa de rayos X que viene de la galaxia de Andrómeda y del conjunto de estrellas (cluster) de Perseo. La señal no parece corresponder a materia conocida y los investigadores creen que una explicación razonable es que se trata de la materia oscura.
7. El corazón del sol
Los astrónomos no son capaces aún de ver dentro del corazón del Sol, pero la detección de partículas que se producen en su núcleo ardiente podría ser uno de los descubrimientos más importantes del año. A través del experimento Borexino en el Laboratorio Gran Sasso, que está cerca de Italia, se ha hallado una serie de partículas casi fantasmales, los neutrinos, que se producen en la fusión que permite que el Sol se siga quemando. La detección confirma lo que hoy en día se entiende como fusión estelar.