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A una semana del trágico terremoto que se cobró la vida de más de 6600 personas, este sábado se registró una réplica a unos 100 kilómetros de Katmandú, capital y zona más destruida por el fenómeno natural.

Sin embargo, la población no quiere permanecer quieta y pese a esto, comenzó a regresar a las casas que no fueron destruidas. Este nuevo sismo fue de magnitud 5 en la escala de Richter, a unos 93 kilómetros al noroeste de la capital cerca de las 2.30 hora Argentina, según lo informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

La catástrofe se cargó a 6800 personas y más de 14 mil heridos. A una semana del inicio, el Gobierno nepalí afirmó que hay "escasas posibilidades" de encontrar supervivientes bajo los escombros de las casas destruidas por el terremoto.

"Ha pasado ya una semana, por lo que hay pocas posibilidades de encontrar a alguien con vida", aseguró a Efe el portavoz del Ministerio del Interior, Laxmi Prasad Dhakal, quien añadió que aún así los equipos de rescate no han cesado la búsqueda.

Por su parte, el Consorcio de Reducción de Riesgos en Nepal, una entidad en la que participan organismos de Naciones Unidas, calculó que fueron destruidas unas 160.786 casas y otras 143.673 resultaron dañadas. Y estimó que el terremoto generó alrededor de 2,8 millones de desplazados internos, el 10 por ciento de la población total del país asiático.

El mayor miedo tras los derrumbes para la Organización Mundial de la Salud, es el "control de enfermedades" ya que esperan brotes de diarrea, neumonía y otras enfermedades ligadas con la falta de higiene y la lluvia.