Mauricio Macri, el empresario que promete el cambio
El jefe de Gobierno porteño apuesta a hegemonizar el voto opositor y poder cumplir el sueño que le falta: sentarse en el sillón de Rivadavia
El hijo del empresario Franco Macri suele comentar que ya a los 12 años quería ser presidente. Lo fue en el fútbol, y ahora quiere probar suerte en la primera magistratura. Desde el frente Cambiemos, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires inició su carrera como empresario bajo el ala de su padre, dueño de uno de los conglomerados económicos más grandes del país, pero se alejó y en busca de un camino propio pasó a dirigir a Boca Juniors, trampolín que lo llevó a la arena política.
Educación secundaria y universitaria
Macri nació hace 56 años en la ciudad bonaerense de Tandil, aunque se crió en San Isidro, donde concurrió al tradicional colegio Cardenal Newman.
Se desempeñó como ingeniero civil, egresado de la Universidad Católica Argentina, en la década de 1980; trabajó en varias empresas del país como Citibank y el propio Grupo Macri.
Relación con su padre
Con Franco Macri tuvo una relación difícil, que él confesó en más de una oportunidad y lo llevó a separarse de su grupo económico y emprender un camino propio en su mayor pasión: el fútbol y Boca, el club que presidió por 12 años (1995-2007).
Gestión futbolística
Durante su gestión al frente de Boca Juniors, el equipo obtuvo 17 títulos (consiguiendo 11 internacionales en un lapso de 8 años) lo cual lo consagró como el presidente de la institución que más títulos futbolísticos obtuvo, desplazando al histórico Alberto J. Armando al segundo lugar, con doce títulos totales. Boca fue reconocido como el mejor equipo de la década de 2010 para América del Sur por la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol.
Actividad pública
Con éxitos deportivos, Macri usó como trampolín la popularidad que le brindó Boca y armó Compromiso para el Cambio, frente electoral con el que compitió en 2003 por primera vez por el gobierno porteño, perdiendo en balotaje con Aníbal Ibarra.
En 2005 ganó holgadamente la elección parlamentaria en la Capital (ya con PRO como partido) y en 2007, con Gabriela Michetti como compañera de fórmula, se hizo con la Jefatura de Gobierno, ganando el balotaje al entonces ministro de Educación kirchnerista, Daniel Filmus.
Campaña presidencial
Tras un amague en 2011 de lanzarse a la presidencia, eligió jugar por la reelección (que ganó, también ante Filmus) y definió en 2013 comenzar un armado territorial a nivel nacional de cara a competir en la carrera presidencial, siempre con la provincia de Buenos Aires como el distrito más esquivo, por lo que asignó la tarea de crecer allí a su vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal.
En 2014 y en forma gradual y con más bajo perfil (lo que lo diferenció de Sergio Massa), Macri cosechó buenos lazos con referentes de la UCR de todo el país y pidió a sus dirigentes porteños que pasen a militar a la Provincia, por lo que comenzó a posicionar a varios referentes en el conurbano que hoy disputan palmo a palmo algunas intendencias.
El punto de inflexión de PRO fue la Convención Nacional de la UCR en Gualeguaychú, cuando el partido radical, de la mano de Ernesto Sanz, decidió (por una escueta diferencia en votos) aliarse al macrismo y a la Coalición Cívica, en un frente electoral que se llamó Cambiemos.
El caso Niembro
Otro momento agrio de la campaña que debió sortear Macri fue la denuncia por contratos fraudulentos del cabeza de lista de diputados por la Provincia, Fernando Niembro, un escándalo de proporciones al que el PRO no está acostumbrado y que demostró una reacción lenta que lo perjudicó, y finalmente terminó con la renuncia del periodista deportivo.