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Era hora. Por fin la novela terminó y la grieta en AFA desaparece por un rato. Tras pasar un nuevo cuarto intermedio y que el martes en la sede de Camioneros se terminara de sellar el acuerdo para la creación de la Súper Liga, la reunión se reanudó en el predio de Ezeiza y tras la votación todo se hizo oficial. Del total de los asambleistas, 70 votaron a favor y solamente uno en contra: Mario Giammaría, presidente de la Rosarina de Fútbol.

La clave para llegar al acuerdo fue zanjar las diferencias con los clubes de la B Nacional, que recalamaron más fondos para acompañar la modificación del estatuto. 

La suma a repartir será 2.500 millones de pesos, a los que deberán descontárseles los impuestos. El 78% de ese monto será para la Primera, el 12 para la B Nacional, el 8 para el resto del Ascenso (B Metro, C y D) y las Ligas del Interior y el 2 para los gastos administrativos. La segunda división también contará con el aporte de un fondo solidario proveniente de los clubes de la máxima categoría.

Resta confirmar la fecha de inicio de la competencia. Las primeras versiones indicaban que el fin de semana elegido era el del 12 de agosto, aunque la posibilidad más fuerte indica que el arranque será el 19, una semana más tarde.

La Rosarina en contra

La creación de la Súper Liga “se copia de un fútbol que está en una crisis terminal como el de España”, aseguró el presidente de la Rosarina de Fútbol, Mario Giammaría, único dirigente que votó en contra de la modificación del estatuto en la Asamblea Extraordinaria realizada en el predio de la AFA en Ezeiza.

“Algo había que hacer, eso es seguro, pero no puede ser que habiendo tantas individualidades destacadas en la dirigencia del fútbol argentino no podamos funcionar en conjunto, no podamos hacer una autocrítica y terminemos copiándonos de la Liga de España, que está en una crisis terminal”, apuntó Giammaría.