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Mientras sus padres atendían la panadería familiar, Silvina Yelpo alternaba travesuras con recetas de harina, masas y levaduras. La cuadra del horno, las palas, las vitrinas, todo era territorio de juegos allá en Maciel. Silvina heredó el negocio y en ese camino se ganó el prestigio de ser “la repostera del pueblo”. Tanto, que se animó y va por más: este lunes viaja a México DF para participar del certamen de pastelería más importante de Latinoamérica.

“Vi el aviso en Facebook y me inscribí, sin pensarlo mucho. Pero tuve que enviar mi currículum, enviar un boceto. Por suerte, me admitieron. Es que este oficio me apasiona y nunca paro de experimentar y de ponerme desafíos. Yo heredé la panadería, pero hoy la atiende mi marido. Hace cinco o seis años que descubrí que la pastelería era lo mío, y desde entonces me dediqué de lleno a esto. No sólo hago tortas para el pueblo, sino también para pueblos vecinos”, contó Silvina a Rosarioplus.com.

El concurso es el Cake & Bake Masters, que se desarrollará entre el 14 y el 16 de octubre en la capital azteca, y reúne a cientos de maestros pasteleros de todo el continente que no sólo compiten en distintas categorías del oficio, también participan de clínicas y conferencias destinadas a perfeccionar el arte de diseñar, elaborar y decorar una torta.

Silvina guarda ciertos recaudos para no revelar del todo el motivo de la torta con la que concursará (pedirle una foto de esa delicia fue en vano), pero sí concedió que el tema es el arte mexicano. “Hice un boceto, me lo aprobaron, pero bueno, a la hora de llevarlo a cabo ¡me dio un trabajo…!”, contó.

La torta de Silvina mide 50 centímetros de diámetro por un metro de altura. La llevará en tres valijas hasta México, y allá la seguirá retocando hasta la hora del concurso. Los reposteros que se precian de tales, son perfeccionistas. En rigor, el trabajo que llevará Silvina no es una torta con bizcochuelos y dulce de leche. La estructura es una maqueta, y en lo que ella se lucirá es en la decoración. Esa es la categoría que eligió para competir.

Sobre amplias superficies de fondant, la repostera macielense da rienda suelta a toda la explosión de colores de la cultura azteca, su flora, su fauna, sus atuendos y danzas. Y lo hace con técnicas varias: manga, pintura a pincel, con aerógrafo, pintura de pasta, en polvo, y más.

A Silvina sólo la desvela la posibilidad de conocer a Duff Goldman, un gurú de Baltimore, Estados Unidos, reconocido en la repostería internacional que estará en el jurado ante el cual ella exhibirá su pastel. Pero nada de ídolos. Yelpo insiste con que ha sabido aprender de aquí y de allá, de su indispensable tía Delia, tomando cosas de distintos maestros, pero sin dejarse atrapar por ninguno. Ni siquiera, de los más mediáticos como el famoso Buddy que explota su negocio a través de un programa de tv por cable haciendo las tortas más extravagantes.

“Este trabajo me apasiona. Yo me involucro con la persona o con el motivo para el cual me encargan una torta. Creo que un artista debe sentir lo mismo que yo siento cuando termino una torta”, comparó. En estos días, tendrá ocasión de demostrárselo a toda América.