La temperatura se ubica dos escalones por debajo de lo que fue el lunes: 17°C de mínima, 26°C de máxima. Más agradable, sí, pero el cambio se dio en seco.

Tanta tormenta eléctrica, lluvias y aquelarres que vaticinaron los meteorólogos en la víspera resultó un fiasco. Y la primavera demostró una vez más que será mezquina a la hora de soltar agua del cielo. La humedad se retrajo por debajo del 50%, por lo que simplemente no hay condiciones de que se prepare ni un chaparrón para el resto de la semana.

Hay un viento moderado desde el sudeste que irá variando la nubosidad, y le dará al sol ratos de esplendor y otros de opacidad.