Proponen que vecinos voluntarios controlen la noche rosarina
La Tienda, el after donde fue visto por última vez Gerardo Escobar antes de que su cuerpo fuera hallado flotando en el río Paraná, sigue bajo la lupa. Si bien el local ya fue clausurado, continúa el debate sobre cómo funcionan los after, en muchos casos considerados boliches.
La Tienda se encontraba habilitado bajo el rubro de bar, con expendio de bebidas con servicio de mesa, regulado por la Ordenanza 1732/64. Desde el 18 de noviembre de 2013 hasta la actualidad se labraron 127 actas de inspección por parte de la Dirección General de Inspecciones de Comercios e Industrias. (124 fueron realizadas en horario nocturno). A pesar de que la norma no establece un horario de funcionamiento, la mayoría de los controles se realizaron durante la madrugada.
“Vecinos del lugar aseguraron que era vox populi que funcionaba como boliche”, contó el concejal radical Jorge Boasso. Según explicó el edil: “Las inspecciones fueron siempre de madrugada, como si se sospechara que en ese local se tergiversaba el rubro para el cuál fue habilitado”.
Debido a la irregularidad en los controles municipales, el legislador municipal impulsó un proyecto para crear el “Control Popular en Locales Nocturnos”. El mismo consiste en promover la participación voluntaria de ciudadanos y ONGs, como “testigos” de las actuaciones de los funcionarios e inspectores municipales en establecimientos de espectáculos públicos.
“La medida busca brindar transparencias a las acciones realizadas por las reparticiones de la administración pública y en casos como este permiten actuar como testigos. Este tipo de acciones ya se realizan en la ciudad, con experiencias positivas, en controles vehiculares de tránsito”, explicó el edil radical.
Los números de La Tienda
Según los datos brindados por Boasso, conforme al expediente enviado por la Municipalidad de Rosario, de las 127 actas de inspección,124 fueron realizadas en horario nocturno, y únicamente en 2 (dos) oportunidades se detectó difusión musical y personas bailando, incluso una de las actas refiere a que personal del staff presiona un botón de la entrada para que cese la música.
En cuanto a las inspecciones realizadas por la Guardia Urbana Municipal (GUM) de 8 ocho controles por denuncias de vecinos, en 5 (cinco) oportunidades se detectaron irregularidades.
En 2 (dos) casos se detectó falta de la faja de clausura, en otros 3 (tres) se comprobó la existencia de personas bailando e ingresando al bar con las mismas modalidades del rubro confitería bailable. Pasando por boletería, y con presencia de personal policial y de seguridad privada, incluso en una de las actas el personal de la GUM refiere textual:“…nos quedamos visualizando todo movimiento y comportamiento del mencionado bar. Continúan con la actividad ya pasadas las 06:30 hs.”