Leila Guerriero sortea el virus: “Entrevisto a gente en el balcón o una plaza”
Una de las mejores cronistas desandó vivencias y miradas sobre el oficio de escribir a través de la pandemia. Habló en Sí 98.9
Una de las plumas más agudas de los últimos años en el periodismo escrito es Leila Guerriero, autora de los libros de crónicas Frutos extraños, Los suicidas del fin del mundo, Plano americano, entre otros de perfiles, ensayos y columnas propias, y reconocida editora de varios medios hispanohablantes, relató sobre su oficio durante (y a pesar de) las restricciones y el confinamiento por la pandemia de covid.
La cronista de mirada filosa desandó sus vivencias en una distendida charla telefónica con Fede Fritschi y Barbi De Salvia en Hoja de Ruta por Sí 98.9, donde aseguró que “para escribir la realidad, hay que ir a la casa y al pueblo del entrevistado, quedarse un tiempo, y eso implica una libertad y flexibilidad importantes. Escribir para mí tiene que ver con deambular, tomarse un colectivo, hablar con la gente, es una escucha muy encendida”.
Sin embargo reconoció que todo eso “se acabó por ahora”, y para continuar con su tarea cronista, aseguró: “Yo estoy entrevistando gente en un balcón, a gente con barbijo para más seguridad, a vacunados. Hay que ser muy cuidadosos con las medidas de prevención, pero si voy a escribir un perfil de 20 páginas, prefiero encontrarnos en una plaza, no reunirnos por Zoom. Les pregunto qué actividad hacen cotidianamente y los acompaño en su actividad, para compartir más allá de la entrevista. Quizás hacer compras al súper, ir al museo, o ir a buscar a los hijos al jardín. Es muy difícil hacer este trabajo sin ir a los lugares y la pandemia lo afectó muchísimo”.
Sucede que Guerriero diferencia de forma muy marcada el trabajo diario del periodismo inmediato al periodismo narrativo: “El cronista es un periodista lento, y es periodismo en el lugar. Es lo opuesto a la noticia, la coyuntura, la urgencia. Yo llegué años después de los suicidios en Las Heras, y estas cosas solo con ese tiempo se pueden contar con otro espesor. Creo que el periodismo narrativo busca dar una visión no reduccionista de la realidad, porque permite contar realidades mucho más interesantes que los blancos y negros. Hay que tener una cabeza equipada para entender realidades que incluso a veces van contra lo que uno piensa, y ojalá! así se escribe cosas más interesantes y menos previsibles, contra los propios prejuicios”.
De esta forma, para ella la crónica opta por “un lugar de enunciación con sutileza”, con varios puntos de vista, y aseguró que en su práctica cotidiana lee muchos periódicos de las provincias. Así fue consultada sobre su mirada no porteño-céntrica, a lo cual respondió: “Tiene que ver con que trabajé hace mucho tiempo en lugares que exigen estar al tanto de lo que pasa en toda la región, como en la revista Gatopardo de México, y también lo que pasa en Europa. Hay una curiosidad en mí por conocer, pero también yo soy nacida provinciana, en Junin, que siempre quiso vivir en una ciudad grande pero con una naturaleza de mirada más amplia y abierta”.
Leila tiene en claro que su realidad no es la única: “Tengo muy internalizado ver más allá de mis zapatos, es un ejercicio en la base del periodismo, porque el periodista es un lector de la realidad. Cuantas más realidades lees, más capaz sos de decodificar este mundo complejo y difícil en que vivimos”.
Escuchá la entrevista completa: