Tiene la actitud de un candidato serio
Caranta: Sin responsabilidad en el gol. Antes, bien ubicado para resolver en las pocas intervenciones que tuvo.
Salazar: No tuvo una buena tarde. Desaprovechó los espacios para proyectarse. Y el gol rival llegó a su espalda.
Donatti: El más firme de la defensa. Sacó todo lo que tiraron al área. Y no tuvo problemas para marcar a los que se movieron por su sector.
Pinola: Inició la jugada del primer gol. Bien en los anticipos, como de costumbre. Merlos le perdonó una amarilla. Y no siempre sale bien parado en la fricción.
Villagra: Muy buen primer tiempo. No regaló una pelota, y se proyectó con criterio. En el segundo, se lo notó algo cansado.
Montoya: Hizo diferencia con su velocidad cada vez que se lo propuso. Pero con intermitencia. Le falta pausa a la hora de tomar decisiones en ofensiva.
Nery: Atento a los relevos y prolijo en la distribución. Se lo ve cómodo en este sistema.
Fernández: No hizo un gran partido. Pero marcó el gol que cerró la historia. Siempre deja la sensación de que puede, y debe, dar más.
Lo Celso: Con 19 años, sigue mostrando que no le pesa la responsabilidad de ser armador. Aportó su talento en dos de los tres goles. Además, dio una asistencia exquisita a Ruben, que perdió un gol increíble.
Larrondo: Un gol suyo, y participación clave en los otros dos. ¿Qué más se le puede pedir? Fue la figura de la tarde. Aunque a veces con poca precisión, participó mucho del juego.
Ruben: Pesadilla para la defensa rival. Tuvo dos, hizo uno. Exige siempre.
Ingresaron luego
Colman: Tuvo espacio y tiempo para generar juego, pero no sacó provecho de esa coyuntura.
Niell: Poco tiempo en cancha como para meterse en el circuito del equipo.
Musto: Ingresó para consumir tiempo, poco antes del pitazo final de Merlos.
El técnico
Coudet: Su mensaje sigue llegando al grupo. El equipo sale con la intención de ser protagonista, y lo consigue. Esta vez, con eficacia de cara al arco rival, lo resolvió rápido.
El árbitro
Merlos: Falló en varias decisiones, pero ninguna determinante. Además, la mayoría de sus errores, aparecieron con el partido resuelto. Hasta daba sensación de compensación, en algunos casos puntuales.