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En París no dan crédito a esta resolución del Tribunal de lo Laboral de la ciudad. Es que la sentencia es, cuanto menos, llamativa. Un juez parisino exculpó a la propietaria de un salón de belleza que llamó maricón a un empleado.

Lo hizo tras considerar que dicha palabra no puede ser interpretada como un insulto homófobo “dado el gran número de homosexuales en la profesión”. El veredicto, que se conoció el viernes, causó gran revuelo en Francia.

Al parecer, el empleado recurrió al Defensor del Pueblo francés para impugnar esta polémica resolución que fue dictada en enero pero salió a la luz por la difusión que le dio la entidad pública.

En concreto, los jueces establecían en su dictamen que “en el contexto del ambiente de la peluquería” el término maricón “no puede considerarse homófobo puesto que es sabido que los salones de peluquería emplean regularmente a personas homosexuales, sobre todo en los salones de peluquería femeninos, sin que eso suponga un problema”.

Ese argumento sirvió para exculpar a la propietaria de la peluquería de la acusación de homofobia, aunque le impusieron una sanción de 5.000 euros de indemnización por despido, ya que rompió de forma abrupta el contrato de pruebas del empleado.

Antes de hacerlo, envió le envió al trabajador en cuestión, por error, un mensaje de texto telefónico en el que decía: “No lo veo, no le voy a mantener, es un maricón asqueroso”.

La asociación de homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales Inter-LGBT, mostró su inquietud por el mensaje que esa sentencia envía a la sociedad y por el posible incremento de la homofobia en el mundo profesional.