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Presentaron en el Concejo un proyecto que propone la distribución gratuita de la copa menstrual en dispensarios y centros de salud para reducir el uso masivo de toallas higiénicas y tampones y la contaminación que supone la manipulación de estos residuos considerados patológicos.

La iniciativa de la edila de Cambiemos Agustina Bouza ya fue debatida en la Comisión de Salud y próximamente será tratado en la de Presupuesto. En tanto, el proyecto (que ya había sido presentado en 2017 pero nunca avanzó) cuenta con el acompañamiento de Celeste Lepratti, Frente Social y Popular y Norma López (Frente para la Victoria-PJ). 

Según detalla la normativa, una mujer utiliza aproximadamente 5 toallas higiénicas normales diarias, usa entonces un total de 25 toallas higiénicas durante un mes, o bien 3 toallas normales y 1 toalla nocturna sumando 15 toallas normales y 5 toallas nocturnas al mes.

Al respecto, destaca que una mujer con flujo normal usa aproximadamente 13 mil toallas higiénicas a lo largo de su vida. Si cada toalla usada pesa 5 gramos, produce 65 kg de basura al año solo en toallas higiénicas. En cuarenta años son 2. 600 kg de basura. Es decir que cada cien mujeres menstruantes producen 6.500 kg de basura al año. 

A modo de conclusión, explica que en cuarenta años se tiran a la basura 260 toneladas de protección menstrual altamente contaminante y no degradable en el medio ambiente, al tiempo que subraya que una toalla higiénica demora en degradarse hasta 500 años.

De qué se trata

La copa menstrual es un recipiente que se inserta en la vagina durante la menstruación para depositar el flujo menstrual. A diferencia de los tampones, que también se usan internamente, la copa menstrual no absorbe la sangre dado que ésta queda contenida en el interior de la copa hasta que se extrae de la vagina y se desecha el líquido.

Sus beneficios

Al ser de silicona de uso médico es hipoalergénica y dura hasta 10 años amortizándose su costo en el primer año. En tanto, se pueden utilizar con discreción para nadar, ir a la playa o hacer ejercicio y es una alternativa para la higiene íntima que es amable con el cuerpo, con la economía doméstica y el medio ambiente.

La normativa detalla que usar toallas femeninas y tampones con blanqueadores y aromatizantes está asociado a problemas de alergias, resequedad vaginal, candidiasis (el ambiente cálido y húmedo que crea una toalla favorece la proliferación de este hongo), o el síndrome de shock tóxico, infección bacteriana causada por el uso prolongado de tampones.