Diego Osella admitió que la semana después de la derrota en el clásico no fue nada sencilla. Pero enseguida dijo que el grupo se propuso no bajar los brazos y dar pelea en los seis partidos que quedan para el final del campeonato. “Fue una semana difícil, con lo que significa perder el clásico. Hemos trabajado mucho sobre el estado de ánimo en un torneo interminable. Afortunadamente, este es un grupo inteligente que entendió que quedan seis finales que hay que jugar y que tenemos chances de seguir peleando arriba. Problemas tuvimos durante todo el año y los pudimos resolver. Lo que pasó ya pasó y nos molesta a todos, pero tenemos autocrítica y la convicción de seguir arriba. No nos podemos detener, nada tiene que opacar el muy buen campeonato que venimos teniendo y debemos cerrarlo de la mejor manera”, dijo el entrenador leproso este mediodía en conferencia de prensa.

“El plantel sabe que no puede dar por terminado esto. Nos queda el final del torneo en el que jugamos por muchas cosas, estamos a la expectativa como muchos equipos. Hemos gastado la diferencia que llevábamos pero nos sobra motivación para la recta final”, agregó.

Respecto al rendimiento del equipo en los últimos partidos, Osella admitió que la Lepra ha perdido solidez. “Durante 22 fechas fuimos un equipo sólido, a veces vistoso y otras no, pero teníamos claro que se venía trabajando de buena manera. Es la primera vez en el año que perdemos dos partidos seguidos y hace repensar algunas cosas, como nombres y sistema”, adelantó de cara al partido del sábado ante Boca.

Y sobre el Xeneize, puntualizó: “Es el puntero del torneo, ha perdido mucho de ese margen que llevaba y está en una situación de perder el clásico en su cancha y vuelve a jugar como local. Si tenemos la capacidad de llevarlo al terreno nuestro, hacer un partido largo para que la impaciencia juegue a nuestro favor. Pero espero un rival con la firme intención de atacarnos de entrada, un equipo de jerarquía. Si vamos al golpe por golpe de arranque, vamos a tener problemas”.

Por último, se refirió al cambio de día que sufrió ayer el partido ante Boca: “Nos complica a los dos, a nosotros un poco más por el viaje y el hotel. Lo bueno sería que esto se maneje de otra manera, pero acá no sorprende más nada. Nos tocaron todos los horarios, jugar a las 11 de la mañana, a las 2 de la tarde, los mismos árbitros en partidos cercanos. No se puede cambiar un partido un miércoles que se juega un sábado. Genera fastidio a todos, a nosotros y a Boca también. Estas situaciones me molestan”.

 Cambio de nombres y sistemas

Osella adelantó en la conferencia de prensa que habrá modificaciones para el partido ante Boca. No sólo modificará algunos nombres sino que dejará el 4-2-3-1 de los últimos partidos para cambiar a un 4-4-2 en busca de mayor solidez, aunque eso implique dejar afuera a Mauro Formica, uno de los pocos rescatables de Newell’s en el clásico.

En la práctica de fútbol de este jueves, el entrenador dispuso tres cambios de arranque: Germán Voboril por Nehuén Paz, Jacobo Mansilla por Facundo Quignón y Héctor Fertoli por Mauro Formica. Sin embargo, sobre el final del ensayo, Joel Amoroso, quien iba a volver a tener una chance pese a que no viene rindiendo de acuerdo a lo esperado, sintió una molestia muscular y es probable que quede descartado. En su lugar ingresaría Jalil Elías.

Así, la formación para el sábado comprendería a Luciano Pocrnjic; Franco Escobar, Sebastián Domínguez, Néstor Moiraghi, Germán Voboril; Héctor Fertoli, Juan Ignacio Sills, Jalil Elías, Jacobo Mansilla; Maxi Rodríguez e Ignacio Scocco. Osella lo confirmará mañana tras la práctica matutina en Bella Vista.