El Sindicato Argentino de Docentes Particulares, Sadop, reemprendió su reclamo al gobierno provincial para que sancione a los colegios subvencionados que incurren en despidos injustificados de su personal. El motivo del alerta gremial es un nuevo caso, esta vez ocurrido en un establecimiento privado confesional, el colegio Verbo Encarnado, ubicado en La Paz al 500. El damnificado es un profesor de Catequesis que primero fue intimado a renunciar, y luego fue despedido. Su esposa estaba embarazada al momento en que la entidad educativa le comunicó que se quedaba sin empleo.

Un docente de esa institución reveló que las autoridades resolvieron dejarlo cesante al regreso del receso invernal pasado. Y desde el gremio ratificaron la necesidad de que el Estado regule este tipo de situaciones y acelere el tratamiento de un proyecto de ley, que ya cuenta con media sanción, que multa a los establecimientos que despiden trabajadores sin justificación ni sumario previo para corroborar el mal desempeño del docente. 

Jesús, el profesor despedido, que tiene 27 años y brindaba clases de Catequesis en el colegio, contó: “La Hermana Griselda me convocó a trabajar en el mes de febrero. Empezamos las reuniones pastorales, donde me comunicaron que los chicos tienen retiros en Pueblo Esther, y un viaje al Cerro Champaquí. En mayo tuve un problema de salud por lo que me ausenté dos semanas, y ahí ya la religiosa me dijo que quería a alguien que no falte tanto”.

Asombrado por el comentario de la religiosa, el docente le respondió que debía preservar su salud. "También le aclaré que mi esposa estaba embarazada y que, por lo tanto, no iba a poder asistir al viaje a Champaquí”, acotó.

La situación se agravó luego del receso escolar de invierno, cuando desde el colegio le solicitaron la renuncia. “Me dijo que habían determinado terminar con mi trabajo y que se disculpaba si yo me había hecho expectativas (en la Administración ya figuraba titular) y me enviaron una carta documento manifestando que prescindían de mis servicios, sin indicar causa alguna”, narró el docente en un comunicado gremial difundido este martes.

En esta situación, desde Sadop remarcaron: "Los fondos públicos que deberían ser destinados a fines educativos son utilizados para pagar despidos, lo cual es inaceptable". En junio, una docente del Colegio del Sol de Rosario sufrió un episodio similar al de Jesús. La maestra fue despedida sin causa de la institución ubicada en Francia al 1100, donde se desempeñaba como profesora de Música del nivel secundario y primario. No contaba con sumario alguno y tampoco se advertían faltas en su legajo.

El cargo de la docente era incorporado, por lo cual el colegio recibía por parte del Estado provincial subsidios por el sesenta por ciento para el pago de sueldos. Desde el gremio, habían advertido que este tipo de despidos arbitrarios es una práctica a la cual suelen acudir las patronales del sector. Una situación similar se repitió en febrero pasado, en el Colegio San Francisco Solano, de Mendoza y Río de Janeiro; y por esos días también se conocieron tres casos más en establecimientos educativos privados de la ciudad de Santa Fe.

El Ministerio de Educación provincial asigna por año alrededor de 3.500 millones de pesos a subsidiar en diferentes proporciones los salarios del personal docente de establecimientos privados, que en toda la provincia suma unos 28.000 trabajadores.