El gobernador Miguel Lifschitz se trajo un sabor amargo de la reunión en la que participó junto a otros 15 pares de diferentes provincias y representantes del gobierno nacional. Es que el gobierno central confirmó su decisión de no intervenir en la discusión de la paritaria docente, lo que deja en manos de cada distrito la negociación sin clara referencia salarial.

Desde la semana pasada, la administración nacional advertía que no iba a tomar el mando de la negociación ni iba a dar un porcentaje de aumento de referencia para las provincias. Finalmente, esto se confirmó. Y además quedó bastante clara la referencia tácita que propone: tope del 18% para 2017 pero con chances de reapertura de discusión cada trimestre, debate atado a la medición oficial de la inflación, lo que replica el modelo de la provincia de Buenos Aires.

Lifschitz se mostró disconforme respecto de que no haya un piso que le permita arrancar la paritaria -cuyo inicio está agendado para la semana que viene- al entender que ahora le cae el todo peso a las administraciones provinciales, según consideró tras la reunión realizada en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), ubicado en el centro porteño.

La reunión, que se originó como un encuentro de mandatarios opositores pero por gestiones del gobierno aglutinó peronistas, radicales y macristas, también contó con un firme petitorio de los gobernadores de oposición para que la Nación "no deje de girar los recursos que venía haciéndolo a través del incentivo docente y del fondo compensatorio y los previstos por la ley de Financiamiento Educativo".

Y en esta línea también se manifestó Lifschitz quien dijo que la falta de discusión a nivel federal de la paritaria no quiere decir que el gobierno se desentienda del financiamiento y los recursos educativos.

A su vez, el jueves el presidente Mauricio Macri ratificó la pauta inflacionaria prevista (17,5%), al expresar que se aspira "este año a tener una inflación debajo del 20 por ciento". "El gobierno está dispuesto a pagar en términos de salario la inflación porque si no el déficit público va a ser peor (...) no podemos pagar por arriba", advirtió.