Una nueva causa judicial vuelve a poner en el ojo de la tormenta a la Policía santafesina. Después de una semana donde se tomó indagatoria a 27 efectivos por la muerte y desaparición de Franco Casco, y se imputó a 18 uniformados por la persecución vehicular y balacera que terminó con la vida de David Campos y Emanuel Medina en Callao y Arijón, este lunes varios agentes de la Unidad Regional I serán imputados por un caso de corrupción.

Según trascendió, el Ministerio Público de la Acusación está llevando adelante una importante investigación sobre manejos irregulares de dinero en la designación de horas Ospe (Orden de Servicio Policial Extradordinario). Así se denominan las horas extra que el personal de la fuerza de seguridad cumplen dentro del correspondiente horario de trabajo en tareas como servicios especiales de vigilancia y afectación a operativos de seguridad para espectáculos públicos, por ejemplo.

La medida alcanzaría a más de un centenar de funcionarios policiales, según adelantó el diario El Litoral, a quienes se los imputaría por los cargos de “Defraudación a la Administración Pública”; “Falsificación de Documento Público” y “Mal desempeño de funciones”, entre otros. 

En tanto, este lunes se tiene previsto la realización de la audiencia de prisión preventiva para el jefe y subjefe de la comisaría 2da. de la ciudad de Santa Fe; como así también para el subjefe del Comando Radioeléctrico de Santo Tomé. Los arrestos fueron ordenados por la fiscal María Laura Martí, en el marco de una causa que investiga el presunto delito de cohecho (solicitar dinero por el secuestro de un automóvil). 

Entre distintas medidas la fiscal ordenó el secuestro del libro de guardia de la dependencia policial ubicada en el corazón de barrio Sur, además de peritajes caligráficos y escuchas telefónicas.