“Rotación” y “alta carga fiscal”, el pretexto de la informalidad
La Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica y Afines de Rosario (Aehgar) condena y critica la precariedad laboral en bares y restaurantes de la ciudad. La problemática se explica por la “dinámica particular del rubro” respecto al movimiento de los empleados y por una “carga impositiva confiscatoria”
Según datos oficiales, la informalidad laboral en Rosario alcanza el 30%. La gastronomía duplica ese porcentaje, por lo que el rubro se ubica al tope de la lista en la ciudad. Esta semana, Rosarioplus.com dio a conocer el estado de situación de una demanda judicial que inició una moza contra uno de los establecimientos más rentables del sector, lo que generó una catarata de denuncias en las redes sociales de trabajadores que fueron víctimas de algún tipo de precariedad laboral a la hora de ser contratados.
La Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica y Afines de Rosario (Aehgar), entidad que nuclea a los empresarios del rubro, condena las irregularidades en la registración de los empleados. “No se justifica de ninguna forma”, señaló su vicepresidente, Carlos Mellano. “No tenemos un registro de cómo anotan cada empresario a su personal. Son decisiones empresariales que tiene que ver con el desenvolvimiento del negocio. Si la práctica existe, la condenamos”, subraya.
El dirigente, no obstante, aclara que existen “características particulares del negocio” que deben ser consideradas a la hora de analizar este problemática. Marca dos principales: la dinámica y el flujo de los empleados y una carga fiscal que no sufren otros rubros.
“La constante rotación es un factor a tener en cuenta. Muchas veces, la demanda de un trabajador es por una noche o por una semana. Es cierto que una persona que entre automáticamente tiene que ser anotado, este es lo que estipula la ley. Pero este escenario complica las cosas”, sostiene sobre el primero de los puntos.
Respecto a la segunda cuestión, afirma: “La carga impositiva que tenemos sobre nuestras espaldas es bastante confiscatoria. Es uno de los reclamos en el que hacemos más hincapié. La presión fiscal es altísima, en nuestro rubro supera el 40%, es una de las mayores presiones fiscales de la historia”.
La conclusión a la que arriba Mellano es que de “tener todo en regla, hoy ningún número cerraría”. “Me animo a decir hasta que se perdería plata. La gastronomía de Rosario está atravesando un grave momento. La baja de facturación es de un 20 y un 25 por ciento. Hay muchos que quieren vender su establecimiento”, explica
Consultado por si los números tampoco cierran para un bar como Rock & Feller’s (señalado en la denuncia judicial), el dirigente contestó: “Cada uno es responsable de su negocio. No conozco los pormenores ni los detalles del expediente que está en Tribunales. Ahora bien, cómo maneja los números, cómo maneja los desarrollos impositivos, a nosotros como asociación nos excede”.
Un futuro sin nuevos puestos de trabajo
Mellano aprovechó el diálogo con Rosarioplus.com para expresar su preocupación por un escenario económico que atenta contra la estabilidad del rubro. “Hoy estamos frente a un combo coyuntural muy explosivo”, analizó al hablar del incremento de las tarifas, la inflación y la caída de la demanda. “En este contexto no se van a crear nuevos puestos de trabajo”, aventuró.
Con la crisis en puerta, el dirigente pide que la Municipalidad regule la actividad para evitar “los desequilibrios de la oferta”. “Hay que leer la ciudad planificada. El Estado tiene que regular nuestra actividad. Entran muchos jugadores sin regulación. Los establecimientos tienen un promedio de vida de un año y medio. El descontrol ocurre porque la gastronomía no es rubro muy caro para invertir”, aseguró.
¿Qué propone Aehgar? Primero, que el municipio establezca un parámetro para fomentar zonas en donde no existen negocios gastronómicos. Y segundo, que en aquellos corredores en donde ya existe oferta, se abra un nuevo bar en caso de cerrarse otro.