Advierten que la hidrovía así como se perfila es "una entrega de soberanía"

En medio del conflicto salarial que tiene en vilo a todo el complejo agroexportador asentado en las orillas del Paraná pasaron casi inadvertidas dos resoluciones del gobierno nacional que hacen a la reconfiguración de uno de los temas centrales de la economía y la política nacional: la Hidrovía Paraguay Paraná. Ambas medidas tienen que ver con lo que a finales de agosto anunciaba el presidente Alberto Fernández en un acto en el histórico sitio de Punta Quebracho de Puerto San Martín. Allí se firmó, junto a siete gobernadores, el Acuerdo Federal de la Hidrovía Paraná-Paraguay, de cara a la reconcesión del corredor fluvial que vence en abril de 2021.

En el acto se anunciaba que los pasos siguientes serían la conformación del Consejo Federal de la Hidrovía (lo que sucedió la semana pasada) y la creación de una empresa estatal administradora de la que todavía no hay noticias.

Previo a la resolución que creó el Consejo Federal el gobierno nacional emitió la resolución 949 que pasó desapercibida para la mayoría de los argentinos pero despertó el rechazo de algunos referentes políticos de la cuestión marítima portuaria como es el caso de Horacio Tettamanti, ex secretario de Vías Navegables del gobierno de Cristina Kirchner.

En conversación con Rosario Plus Tettamanti aseguró que esta resolución “consolida el modelo en donde Argentina mira el rio con la ñata pegada al vidrio”

Para el especialista, “esto es parte del Consenso de Washington que entregaba a la Argentina el rol de dejar el agua para entregárselo a las multinacionales. Macri liquidó la soberanía normativa y el remate final lo hace Fernández. Macri entregando la canalización de aguas profundas de Montevideo, que lo entroniza como el puerto troncal no solo de la Cuenca del Plata sino del Atlántico Sur, y finalmente termina la tarea Fernández con el decreto 949 de este año”.

Al mes de su asunción, en enero de 2016, Mauricio Macri viajó a Uruguay para anunciar junto a Tabaré Vazquez la derogación de la Disposición 1108 emanada de la Subsecretaria de Puertos y Vías Navegables de la Nación el 25 de octubre de 2013. La norma establecía que las cargas de exportación que salían de puertos argentinos solo podían ser transbordadas en otras terminales nacionales o de miembros del Mercosur con los que el país mantiene acuerdos de transporte marítimo. Esto significaba que Uruguay quedaba afuera.

Para Tettamanti el 949 emitido por el gobierno actual “es un decreto muy quirúrgico y preciso, que no se redactó en Argentina, se nota que está redactado en el exterior.  Cuando define que la navegación Argentina en el Río de la Plata se hace por el kilometro 239 (que es la boya frente al puerto de Montevideo), ya prácticamente condena a la Argentina a ser un país Mediterráneo de cara al futuro, que es el viejo objetivo de las multinacionales, que la argentina no maneje la cuenca del plata”

“La entrega del canal de Montevideo de Macri y el decreto 949 son las dos movidas de jaque mate de la soberanía Argentina”, afirma el ex secretario.

Con respecto del Consejo Federal de la Hidrovía anunciado la semana pasada, y en el que participarán las 7 provincias ribereñas, el ex funcionario asegura que “el decreto 949 convierte a los gobernadores del Consejo Federal de la Hidrovía en una comparsa acompañante, sin ningún tipo de facultad y es lamentable. Los usaron como una foto para instalar la idea de que la Argentina volvía a usar sus medios para instalar definiciones soberanas”

Santa Fe y la hidrovía

Durante el acto en Punta Quebracho el presidente Fernández ponderó a Santa Fe y a Rosario como actores centrales del nuevo “gobierno” de la hidrovía. Sin embargo en ninguna de las resoluciones efectivizó la sede en la provincia.

Funcionarios provinciales consultados por este portal aclararon que están analizando las últimas resoluciones y que por el momento no emitirían declaraciones hasta conversarlo con el gobernador Perotti.

“En la provincia de Santa Fe es el lugar donde está más en carne viva el conflicto de intereses, porque por un lado están las multinacionales agrupadas en la Bolsa de Comercio de Rosario y por otro lado tenés a los productores, y no solo los santafesinos, también los del resto del país”, afirma el ex funcionario, quien además asegura que “es a ellos a los que les van a hacer pagar un sistema de dragados totalmente irracional, porque entre otras cosas el dragado que hoy consolida Fernández, que es confirmar el modelo alumbrado en los 90, consolida a Rosario y gran Rosario como único punto de embarque como quieren las multinacionales. Y así todos los productores están obligados a embarcar por ahí, no tienen alternativa”.

Desde las empresas agroexportadoras se repiten con respecto al tema dos mantras: el estado tiene que controlar pero no administrar y que el mantenimiento no le va a costar nada a la Argentina.

Según ve Tettamanti, esta última formulación es una falacia. “Es mentira que la obra se financia sola, la pagan los productores argentinos. Este diseño sigue fortaleciendo el monopolio de la demanda, obligando a los productores a vender en pocos sitios, cuando podrían existir muchas más alternativas para defender mejor su producción. Pero además les va a hacer pagar a los productores el costo irracional de los dragados. Se draga para que la Argentina sea cada vez más dependiente.”

“Dicen que el estado no debe intervenir por los costos. Pero cuando uno piensa en la soberanía, la soberanía no tiene precio. Normalmente el cepo y los grilletes lo pagan los opresores, pero en este caso somos los oprimidos los que financiamos. Ahí hay un conflicto de intereses entre los productores y las multinacionales. Y el estado tiene que arbitrar a favor de los productores y no de las empresas extranjeras”, asegura el ex funcionario de CFK.

Consultado sobre el rumbo que debería tomar la política nacional en el área Tettamanti afirmó que “este problema se resuelve con dos medidas. Lo primero que debería hacer un gobierno argentino, y yo lamento profundamente que este no lo haya hecho el primer día, es haber aplicado el artículo 33 del tratado de la hidrovía donde dice que los países signatarios pueden con 60 días de anticipación, retirarse de ese convenio y que la argentina deja de tener las obligaciones adoptadas y volver a recuperar la soberanía plena del Paraná. Que necesita un decreto simple del PEN, y es haciendo uso de las facultades argentinas. A partir de ahí somos dueños del Paraná, redefinimos los canales y le decimos que argentina va a navegar al sur por el canal Magdalena. Con esas dos decisiones damos la vuelta y nos ponemos de pie como país soberano. Y empezamos a dibujar una realidad normativa sin todos estos cepos que se fueron sumando en la legislación argentina dese los 90 y hacemos borrón y cuenta nueva”