El caso Buyatti, o cómo Vicentin arrastra a otras empresas en su caída
En medio del agravamiento de los conflictos sindicales en el cordón industrial y con un paro aceitero que lleva más de 10 días, los trabajadores de la aceitera Buyatti viven una incertidumbre aún más grande que la de sus compañeros de otras empresas.
Desde comienzos de marzo la mayoría de los trabajadores de Buyatti, en Puerto San Martín, se encuentra sin poder trabajar. La empresa, dedicada al procesamiento de oleaginosas para exportación, tenía con Vicentin un contrato para trabajo a fasón (alquilan la planta para procesar utilizando las instalaciones y la fuerza de trabajo) y esto fue lo que sostuvo su actividad y los puestos laborales durante 2019.
Sin ese contrato, caído tras la debacle de Vicentin, ni la llegada de nuevos “socios fasoneros” este año la empresa se transformó en un acopio y de los 90 operarios quedaron trabajando solo 15.
“En 2019 se trabajó a fasón con Vicentin, y ahora esperábamos que siguiera moliendo en Buyatti, pero no sucedió por la situación de la misma Vicentin. Nos toca de cerca. Íbamos a trabajar con girasol hasta que en marzo también mandaran soja”, explicó a Rosario Plus Daniel Cerna, delegado gremial de Buyatti y miembro de la Comisión Directiva del Sindicato Aceitero de San Lorenzo (SOEA).
Si bien la situación de la incertidumbre se repite desde hace años debido a que la empresa no produce hace tiempo por cuenta propia sino que depende de alquilar las instalaciones, la situación se agravó cuando a fines de noviembre se terminó un contrato para almacenaje con la Unión Agrícola de Avellaneda, y el 1º de diciembre los trabajadores llegaron a la empresa y se encontraron con los portones cerrados con candado y una gran custodia policial.
Luego de meses de parate en la planta, los obreros lograron volver a la actividad a comienzos del 2019 con contratos con Vicentin, pero pasando de 125 a 90 trabajadores en actividad. Luego aceptaron un convenio para mantener las fuentes de trabajo que les costó una reducción del salario en comparación con el resto de los aceiteros de la región.
Este lunes hubo audiencia en la sede Rosario del Ministerio de Trabajo. Fueron con la esperanza de escuchar algún plan de la empresa para sostener la actividad, pero se volvieron con las manos vacías.
“Ayer en el Ministerio de Trabajo la empresa tenía que llevar una propuesta salarial a ver como llegábamos a la cosecha gruesa en marzo-abril (cuando hay más cereal y se necesita la capacidad de la empresa), pero la empresa fue con una propuesta irrisoria, no fue lo que esperábamos. Propusieron menos que un básico de convenio, que es la menor categoría del convenio de Aceiteros. Lo rechazamos por unanimidad y no nos volvieron a llamar. El Ministerio liberó las partes y por eso desde hoy estamos acampando en los portones”, contó el delegado obrero.
La empresa además volvió a insistir con los retiros voluntarios, ofrecimiento que fue rechazado por el conjunto de los trabajadores y el gremio.
La relación Vicentin-Buyatti
El apellido que da nombre a la empresa de Puerto San Martín tiene varios lazos con Vicentin. Daniel Buyatti, quien se desempeñó hasta octubre como presidente del saliente directorio de la cerealera concursada y está casado con una de las hijas de los Vicentin, es nieto de los fundadores de la compañía. Pero según afirman fuentes allegadas a la empresa, la relación es menor porque Daniel tenía solo el 1% de las acciones de la firma de las cuales ya se desprendió.
Pero el apellido familiar y el contrato a fasón, caído este año, no es el único negocio en común entre estos conocidos apellidos familiares del norte provincial. Vicentin SAIC y Buyatti SAICA conformaron a finales de los 90 la empresa Ríos del Norte SA, que se hizo cargo de la explotación comercial de la terminal de graneles del Puerto Reconquista, sobre la margen del río San Jerónimo, afluente del Paraná.
Por aquel entonces en 1999 el actual gobernador Omar Perotti siendo ministro de Producción provincial en el gobierno de Jorge Obeid se ilusionaba con la concesión y afirmaba que "con este concesionamiento a treinta años, más la hidrovía y las rutas transversales cuya pavimentación está en proceso de licitación, nuestro puerto debería convertirse en el eje longitudinal del corredor bioceánico norte-sur".
Están vaciando la empresa
Buyatti es propietaria también desde 1997 de una desmotadora de algodón en el Chaco, y de una planta de girasol y semillas de algodón situada en el parque industrial de Reconquista desde 1971, ambas funcionando de manera normal. Los trabajadores denunciaron también que en estos días se está produciendo un vaciamiento de la empresa con el traslado de maquinaria hacia las otras sedes.
“Buyatti tiene otra fábrica en Reconquista y una desmotadora en Las Breñas, Chaco, y están en funcionamiento. Acá estuvo haciendo vaciamiento, llevándose maquinas importantes que son para el funcionamiento de esta planta y la llevó a Reconquista. Lo denunciamos ayer en el ministerio”, afirmó Cerna.
El delegado sindical y miembro de la comisión directiva del sindicato asegura que la planta de Puerto San Martín está en condiciones de ponerse en funcionamiento si se consigue un socio o inversor.
“Apostamos a que puedan conseguir socios o fasoneros para trabajar, es una planta que si bien no tiene puertos tiene oleoductos hacía varias empresas de la zona y se bombea aceite a varios puertos, tiene dos trochas de ferrocarril. Si trabajamos de acopio solamente hay lugar para 15 compañeros”, asegura.
Pero dudan del futuro y los objetivos de la empresa al respecto. “A fin de mes veremos si depositan los sueldos o no y ahí actuaremos legalmente, porque la empresa no mando ni telegrama de despido, ni de suspensión. No sabemos cuáles son las intenciones de la empresa”
Como sucedió con Vicentin, todo el debate sobre el futuro de Buyatti es sin los números de los balances sobre la mesa.
“La empresa quiere aprovechar para no pagar los servicios y que se los subsidien, y aprovechar subsidios para sueldos. Pero cuando miras los balances de la empresa con el conjunto de plantas que tiene t que funcionan no tienen como justificar los pedidos de subsidios. Recibieron la primera cuota del ATP, pero cuando desde el gobierno hilaron fino y vieron la situación general de la empresa que tiene con que afrontar los pagos, no llegó más”